De acuerdo a las mediciones, la pobreza alcanzó la triste cifra que sostiene que 14.3 millones de personas son pobres. En la misma sintonía, creció la indigencia al 6.7%, es decir, 3.870.000 de personas. Con 40.4%, Nordeste es la zona más pobre.
El instituto de estadísticas dio a conocer la cifra oficial de pobreza del segundo semestre. Implica que hay 14,3 millones de personas pobres a nivel nacional. La indigencia alcanzó el 6,7 por ciento.
La pobreza volvió a los niveles existentes cuando Mauricio Macri asumió la presidencia, a pesar de los deseos del Gobierno de ir reduciendo el flagelo hasta llegar a «pobreza cero». El Indec informó que en el segundo semestre de 2018 el número de personas pobres creció al 32%, frente al 25,7% del mismo período del 2017. En el primer semestre del año pasado había sido 27,3%.
Son 14,3 millones de personas en el país, casi 3 millones más que el año anterior, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
A su vez, la indigencia –es decir, las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias– trepó al 6,7%, frente al 4,8% del mismo período de 2017. De esta manera, había a diciembre pasado casi 3 millones de personas por debajo de la línea de indigencia, 870.000 más que los que pasaban hambre en el segundo semestre del año anterior.
El organismo estadístico informa la cantidad de pobres e indigentes en los 31 conglomerados urbanos en los que mide. Por eso, los 8,9 millones de personas pobres informadas se convierten en 14,3 millones al extrapolarlo a todo el país. Lo mismo ocurre con la indigencia, ya que la cifra informada por el Indec indica que en los 31 conglomerados hay 1,86 millones de personas que no cubren sus necesidades alimenticias.
La región más pobre es la del noreste, con 40,4%; seguida por la del noroeste (34,5%). En tercer lugar, se ubica la región pampeana, con un porcentaje de pobres del 31,1%, y más abajo están la región cuyana y el Gran Buenos Aires, con 31,5% y 31,3%, respectivamente. La Patagonia, con 24,9% de pobreza, es la zona del país con menos personas en esta situación.
El dato que publica el Indec es del segundo semestre pero no lo abre por trimestre, lo que según algunos analistas esconde un escenario mucho más grave, registrado en el último trimestre del año. «Por la información que nos dan las bases de ingresos del Indec, la pobreza en el tercer trimestre era del 28,1%, por lo que si hay un promedio semestral del 32% es porque la pobreza en el cuarto trimestre trepó al 35,9%», aclaró el economista y titular del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Unidad Popular, Claudio Lozano.
Es decir que a finales del año pasado en la Argentina había 16 millones de personas en situación de pobreza. Al mismo tiempo, la indigencia en el cuarto trimestre se ubicó en el 7,4%, lo que equivale a decir que 3.322.740 personas pasan hambre en la Argentina, agregó el analista.
El agravamiento del escenario social, con estos niveles de pobreza e indigencia, se explica a partir de las crisis cambiarias, la inflación, el deterioro de los ingresos y del mercado laboral. Ese combo generó una fuerte recesión que impacta más en los sectores más vulnerables.
El informe de la UCA
La UCA difundió datos de pobreza del tercer trimestre del año pasado en diciembre y había reflejado cifras más altas que las que surgen de la base de ingresos del Indec y su cruzamiento con la canasta de pobreza. Frente al 28,1% que surge de esa información para el período julio-septiembre, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA informó una pobreza del 33,6%, lo que implicaba la existencia de 13,6 millones de personas en esa condición en las zonas urbanas del país. Los indigentes, para la UCA, llegaron al 6,1% (2,47 millones de argentinos).
A su vez, la semana pasada la UCA dio a conocer su informe de pobreza multimensional, que realiza una medición sobre seis dimensiones de carencia humana, como son la alimentación; los servicios básicos; la vivienda digna; el medio ambiente; los accesos educativos; el empleo y la seguridad social. Medida por estos diferentes derechos sociales, la pobreza aumentó del 26,6% al 31,3% entre el 2017 y el 2018.
EVOLUCIÓN DE LA POBREZA
La última semana, luego de tres años sin datos oficiales, el INDEC publicó un informe que sostiene que al segundo trimestre de este año el 32,2% de la población era pobre. El propio Mauricio Macri (Cambiemos) pidió ser “evaluado como presidente” por la evolución de este índice. En este sentido, es útil repasar cómo les fue a sus antecesores desde el regreso de la democracia en 1983.
Si bien los datos del instituto oficial sobre este tema comenzaron a publicarse en 1988, distintas fuentes sostienen que durante la Presidencia de Raúl Alfonsín (UCR) la pobreza bajó en sus primeros años de mandato pero en los últimos meses de su gestión este indicador subió notoriamente.
Según datos del Centro de Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires (CEPED-UBA), en octubre de 1982 (14 meses antes de la asunción de Alfonsín) la pobreza en el Gran Buenos Aires llegaba al 21,6% de los hogares, mientras que el mismo mes de 1985 (ya con casi dos años de mandato) bajó al 14,2 por ciento. En este sentido, en mayo de 1989 (dos meses antes de dejar anticipadamente su puesto) subió al 19,6% de los hogares y en octubre de 1989, apenas dos meses después de la asunción de Carlos Menem (PJ), el 38,3% de las viviendas estaba por debajo de la línea de la pobreza.
En cuanto a la pobreza en las personas, según cifras de la consultora Orlando J. Ferreres la población pobre pasó de representar el 8% en 1980 al 16% en 1985. En este sentido, al final del gobierno de Alfonsín las personas pobres rondaban el 40% (en 1989 eran 39,8% y en 1990 llegaban al 41,3%).
Agustín Arakaki, economista del CEPED, explicó a Chequeado que este aumento de la pobreza está “principalmente asociado a la hiperinflación”, aunque también se relaciona con un “deterioro del mercado de trabajo” iniciado a mediados de los ‘70, cuando comenzó “una caída en la calidad del empleo, que desembocó en una baja de los ingresos”.
Menem logró bajar la pobreza en su primer mandato. Según datos del INDEC para el Gran Buenos Aires (GBA), en octubre de 1989 la pobreza llegaba al 47,3% de la población, mientras que en mayo de 1995 (mes en el que se realizaron las elecciones en las que renovó su cargo) este número llegaba al 22,2 por ciento. Según Arakaki, esto se debió al control del proceso inflacionario mediante la convertibilidad.
Sin embargo, en el segundo mandato de Menem, la pobreza volvió a aumentar. En octubre de 1999, mes en el que se realizaron las elecciones presidenciales que ganó Fernando de la Rúa (Alianza), la pobreza afectaba al 26,7 por ciento.
“La recuperación y expansión de la economía entre 1991 y 1994 tuvo un efecto que favoreció la disminución de la pobreza”, sostiene un informe de la CEPAL. “Entre 1994 y 1997, el debilitamiento del ingreso real y el empeoramiento distributivo se combinaron, dando por resultado un nuevo aumento de la incidencia de pobreza absoluta”, añade el estudio, y señala que “en los años subsiguientes hasta llegar al 2000, fue el continuado deterioro distributivo el único responsable de la elevación de la pobreza”.
Así, durante la Presidencia de De la Rúa la pobreza aumentó nuevamente y alcanzó en octubre de 2001 el 35,4%, meses antes de que renunciara en diciembre de ese año. Sin embargo, tras la sucesión de tres presidentes en una semana, en mayo de 2002 (ya bajo el mandato de Eduardo Duhalde (PJ) la pobreza siguió aumentando y llegó al 49,7 por ciento.
En mayo de 2003, cuando Duhalde entregó el poder a Néstor Kirchner (FpV), la pobreza había aumentado y alcanzó el 51,7% en el Gran Buenos Aires, según el INDEC, que ese año comenzó a medir la pobreza en 31 aglomerados urbanos del país (47,8% fue la tasa de ese año).
En el gobierno de Kirchner se logró bajar este indicador, llevándolo al 26,9% en total país en el segundo semestre de 2006, último período con datos antes de la intervención del INDEC en 2007. Según Arakaki, esta caída de más de 20 puntos se debió principalmente “a las políticas de recomposición de ingresos” fomentadas por el gobierno de Kirchner.
Para medir la evolución durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (FpV) es necesario recurrir a fuentes alternativas ya que, además de la manipulación de las estadísticas desde 2007, el instituto oficial dejó de publicar datos de pobreza a partir de 2013.
Fernández de Kirchner asumió en diciembre de 2007. En su primer mandato, según el Centro CIFRA de la CTA liderada por el sindicalista docente Hugo Yasky -que actualizó su serie con la nueva canasta publicada por el INDEC-, logró bajar este indicador ocho puntos porcentuales, al 29,6 por ciento.
Sin embargo, los datos de su segundo gobierno -entre 2011 y 2015- varían según la fuente que se considere: CIFRA sostiene que prácticamente se mantuvo igual (terminó en 29,7%), mientras que el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) afirma que pasó del 24,7% en 2011 al 29% en 2015.
“Al volver la inflación en 2007, la caída de la pobreza se desaceleró fuertemente”, explicó Arakaki, quien además destacó como condicionante la crisis económica internacional de 2008.
Respecto del mandato de Macri, el último dato oficial del INDEC sostiene que la pobreza al segundo trimestre de 2016 alcanzaba al 32,2% de la población. Sin embargo, el dato no puede ser comparado con la serie oficial anterior por cambios en la metodología de medición, como se explica en esta nota.
De todas maneras, tanto el último informe publicado por CIFRA como por la UCA calculan un aumento de más de un millón de pobres desde diciembre de 2015 (1,2 millones y 1,4 millones, respectivamente). De acuerdo con el diagnóstico de la UCA, esto se explica por “los aumentos de precios en productos y servicios básicos” y la caída en la “demanda de empleo”.
Fuente: Indec; Infobae y Chequeado.Com