La joven apareció con un mensaje mafioso hecho con un cuchillo. El año pasado sufrió un ataque parecido al denunciar a una banda de policía a quienes vinculó con la desaparición de María Cash.
La testigo que aseguró haber estado cautiva con María Cash, a quien la buscan desde 2011, volvió a denunciar torturas. La joven ingresó al hospital de San Bernardo con un mafioso marcado en la espalda con un cuchillo.
Se trata de Julieta Leal, que sufrió un ataque similar el año pasado tras declarar en contra de un grupo de policías, a quienes vinculó con el secuestro de la joven diseñadora porteña desaparecida en Salta.
Según informó el diario El Tribuno, dos desconocidos la ahorcaron, la drogaron con cápsulas y le marcaron con un cuchillo en el abdomen la frase: «El macho siempre gana».
En su declaración, Leal dijo que estuvo «presa» en su propia casa de la ciudad de Campo Quijano hasta octubre de 2013, cuando la rescataron de la situación de esclavitud y cautiverio a la que la tenía sometida su propio esposo.
En mayo del año pasado, la mujer manifestó que tanto él como otros miembros de la fuerza traían mujeres a ese lugar y las tenían encerradas y drogadas, para prostituirlas. Ese habría sido el contexto en el que coincidió con María Cash, a quien aseguró haber visto viva pero que no la llamaban por su nombre sino que le decían «Paola».
Desde que se animó a denunciarlo, las amenazas se volvieron algo habitual. «Cuando finalmente decidí hablar de todo y para todos, apenas llegué a Salta me destrozaron a golpes y me amenazaron de muerte. Eso les demuestra que no vine a mentir sino a decir la parte de la verdad que callé», remarcó a los medios, y afirmó que no va a «callar más aunque me juzguen como quieran, porque mi silencio me traicionó».
Fuente: minutouno