CFK se reunió con la última sobreviviente de la Masacre de Napalpí

Politica

Rosa Grilo, la mujer de se presume tiene más de 105 años y que aportó su testimonio vivo sobre la Masacre de Napalpí, fue recibida por Cristina Fernández de Kirchner. El emotivo encuentro se dio por la tarde del miércoles en las oficinas del Instituto PATRIA, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Luego del homenaje que le realizaron las legisladoras nacionales Lucila Masin, Analía Rach Quiroga y María Inés Pilatti Vergara en la Cámara de Diputados de la Nación, reconociendo su historia y testimonio clave en la investigación del genocidio indígena ocurrido en 1924, Rosa cumplió su sueño de conocer a la ex presidenta de la Nación y actual senadora por la provincia de Buenos Aires.

Rosa también estuvo acompañada por su hija “Lunchi” y el historiador Juan Chico, presidente de la Fundación Napalpí.

 

«Demasiado quiero verle a Cristina»

En noviembre de 2018 trascendió que Rosa había sido sobreviviente de niña y logró escapar con su abuelo de las balas que tiraba la policía del Chaco y grupos de estancieros, después de haberles tendido una trampa con caramelos para agrupar a las comunidades originarias y asesinarlos a mansalva.

Desde el lugar en el que vive en Colonia Aborigen, Chaco, dialogó con integrantes de la Fundación Napalpí y periodistas y aseguró que su sueño «es conocer a Cristina, demasiado le quiero ver porque ella ayudó mucho a la gente acá».

Este miércoles, en el Instituto Patria, Rosa cumplió su deseo. Muy emocionada contó a la ex presidenta que la extrañaba y que con ella su familia “podía comer y podía comprar sus telas para coser”. Antes de irse, prometió a Cristina Fernández “orar todos los días para que regrese”.

 

Un testimonio oral desgarrador

Rosa no sabe leer ni escribir, sin embargo, su relato fue fundamental ya que luego de una profunda investigación del historiador Juan Chico logró dar con su paradero. Sabía a través de familiares que Rosa recordaba algo de la feroz masacre que asesinó a más de 500 indígenas en Colonia Aborigen, pero el miedo fue tal que ella no se había animado a dar detalles hasta el momento.

Este caso permite poner en valor la importancia de la tradición oral para las comunidades originarias, ya que a través de los relatos de los protagonistas se pudo conocer la realidad del genocidio más invisibilizado por la Historia.

Con el acompañamiento del fiscal federal Diego Vigay, vienen trabajando en la recopilación de documental para iniciar el Juicio por la Verdad que logre un fallo reparatorio del Estado para las familias de las víctimas.