Según trascendió, Badaracco Ferreyra fue atacado por otros dos internos en un presunto ajuste de cuentas carcelario.
El 8 de abril pasado dos internos atacaron a Darío Gastón Badaracco Ferreyra, de 31 años, único detenido por uno de los crímenes más resonantes del último tiempo en el conurbano bonaerense: el de Araceli Fulles. El preso fue atacado a golpes y quemado con agua hirviendo. Se encontraba internado desde ese momento en el Hospital de Olavarría, donde murió en las últimas horas a raíz de las heridas.
«Son problemas de presos y lo teníamos que arreglar de esta manera», habría declarado uno de los agresores según fuentes penitenciarias a las que pudo acceder Infobae. La frase, al menos en primera instancia, haría pensar que el ataque estuvo motivado por conflictos internos del pabellón 10 del penal de máxima seguridad bonaerense, en el que se alojaba Badaracco.
En base a fuentes cercanas al penal, el martes 8 de abril, cerca de 17, fueron los gritos desgarradores de Badaracco los que alertaron a los guardias de la Unidad Penal Nº2 de Sierra Chica, que se acercaron hasta el pabellón en el que estaba alojado. Al mirar por el pasa platos de la celda 766, vieron como dos internos sometían al único acusado por el crimen de Araceli Fulles y decidieron intervenir. Pero fue demasiado tarde.
Al momento de su ingreso el interno presentaba golpes y quemaduras con agua caliente en el 60% de su cuerpo, por lo que fue derivado inmediatamente al Hospital Municipal Dr. Héctor M. Cura de Olavarría. Tras una semana agonizando, ayer sábado 13, según le confirmó el Servicio Penitenciario Bonaerense a Infobae, Badaracco murió.
Aunque no pudo ser confirmado el móvil del crimen, los dos agresores están identificados. Uno de ellos cumple condena por lesiones leves y violación de domicilio, mientras que el otro por homicidio. En cuanto al muerto había sido sentenciado por el delito de «homicidio doblemente calificado en concurso real».
Badaracco fue condenado por matar a Araceli Fulles, descuartizarla, envolver las partes de su cadáver desnudo en una sábana y enterrarlo bajo cal, escombros y una capa de cemento en un rancho en la parte trasera de la casa de su madre, en José León Suárez. Luego se fugó tras declarar por tercera vez en la causa como testigo.
Tras casi un mes desde la muerte de la joven de 29 años, Badaracco, empleado de un corralón, casado, padre de al menos dos hijos, fue capturado en Flores, en cercanías de la villa 1.11.14. El femicida tenía además antecedentes por otros delitos.
El 2 de abril pasado familiares y amigos de la joven de 22 años asesinada en 2017, marcharon para pedir «Justicia por Araceli», al cumplirse el segundo aniversario del crimen. Si bien Badaracco era el único detenido, otros ocho imputados aguardan en libertad por el juicio, todos como cómplices de femicidio.
*Infobae