La bolsa porteña cayó este martes por previsibles tomas de utilidades mediante ventas selectivas disparadas sobre papeles de alta liquidez, una tendencia que era esperable luego de una reciente ganancia en medio de una notoria presión cambiaria.
El índice S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) cedió un 4%, a 31.743,38 unidades, luego de subir un 4,1% en las anteriores tres sesiones seguidas.
Todo el panel líder cerró en rojo, aunque se destacaron los descensos de los títulos de Transportadora de Gas del Norte (-7,3%), Transportadora de Gas del Sur (-7%) y Ternium y Grupo Supervielle (-6,3%). En Wall Street, las acciones mostraron mismos resultados.
«Con esta baja, este indicador se comió literalmente las subas de los últimos tres días, y lo peor, es que finalizó base cierre por debajo del soporte crítico de los 32.000 puntos», destacó el analista Eduardo Fernández.
Por su parte, el riesgo país toca un nuevo máximo de 2019, al subir otros 11 puntos básicos a 814 puntos como resultado de la marcada aversión al costo doméstico en momentos de tensiones financieras y la incertidumbre por las elecciones presidenciales de octubre.
Fernández remarcó que «los descensos más pronunciados se registraron en las empresas de servicio ya que comenzaron a trascender algunas de las medidas que podrían tomar el gobierno nacional el próximo fin de semana con el claro objetivo de bajar la inflación. Entre otras se destacan, el virtual congelamiento de las tarifas de los servicios públicos».
Operadores coincidieron en que la escalada de este índice revela las crecientes dudas de los inversores, en momentos de presión cambiaria, alta inflación y preocupante recesión.
«El apetito por riesgo global resulta una condición necesaria pero no suficiente, ya que los inversores se encuentran principalmente concentrados en los ruidos electorales y los desafíos económicos, y de ahí las castigadas valuaciones de los bonos y acciones», explicó Gustavo Ber, economista titular de la consultora Estudio Ber.
Durante la rueda, los inversores también miraron de reojo el resultado de las licitaciones diarias de Leliq por parte del Banco Central y las colocaciones del Tesoro, cuyo resultado se conoció al cierre del mercado.
Además, la baja en la plaza local se dio en sintonía la Bolsa de Nueva York donde las acciones industriales, sensibles al comercio internacional, provocaron un retroceso en los indicadores porque la disputa por aranceles entre EEUU y sus socios europeos pasó de la sartén al fuego y el FMI redujo su perspectiva de crecimiento mundial.
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Fuente: ámbito.