Se trata de la cooperativa de reciclado «Reciclando Conciencia», la cual se encarga de tratar residuos preclasificados de los balnearios de la costa argentina.
El proyecto para la creación de estos nuevos eco bloques comenzó hace cinco meses, cuando Reciclando Conciencia firmó un acuerdo con el arquitecto Carlos Levingston, quien lidera el Centro Experimental (CEP) de la Facultad de Diseño y Urbanismo (FADU), comprometiéndose a trabajar en forma conjunta para el desarrollo del eco ladrillo.
La FADU aportó los planos de las máquinas trituradoras de telgopor y capacitación para el desarrollo del prototipo de bloque. Actualmente la cooperativa está desarrollando la industrialización del producto y se espera que, en 6 meses, ya se puedan producir de 100 a 500 unidades diarias, siempre dependiendo de los volúmenes que se puedan recuperar.
El telgopor se genera en grandes volúmenes y posee un alto poder de contaminación en basurales, dado que es uno de los materiales que está más cerca del estado líquido. No tiene un circuito comercial sostenible, por lo que su tratamiento -ya sea por las distancias o por los kilogramos transportados- es costoso.
Es por eso que este nuevo eco bloque ofrece una doble solución: por un lado evita la contaminación que produce el material y, por el otro, genera un producto aplicable a la construcción. Para la producción del bloque, el telgopor primero se muele, luego se mezcla con cemento y aditivo y, finalmente, se coloca en moldes, creados a partir de los prototipos antes mencionados.
Estos ladrillos son un 40 % más livianos que otros, contando a su vez con una alta aislación térmica y acústica, lo que los convierte en un material muy eficiente para la optimización de energía.
Parte de la producción de los eco bloques será destinada a la ampliación del área productiva de Reciclando Conciencia, mientras que, en una segunda etapa, se utilizarán para abastecer la demanda de algunos integrantes de la cooperativa y, en algunos casos puntuales, podrán servir para colaborar en el proyecto de construcción de la casa propia.
A través de 100 centros de acopio en Pinamar, Valeria del Mar, Cariló y Ostende, la cooperativa recibe residuos previamente separados por los vecinos.
Fuente: El Federal