“Fue artífice ineludible de la historia argentina y quedará para siempre en el corazón de los argentinos” expresó el jefe comunal.
El intendente Jorge Capitanich encabezó este martes un acto homenaje por el centenario del nacimiento de María Eva Duarte de Perón. En el acto – realizado frente a la estatua de Evita – el jefe comunal acompañado por referentes del campo nacional, popular y democrático realizó una ofrenda floral en homenaje al 100º aniversario del natalicio de Evita, “la abanderada de los humildes” reconociendo su vida, trayectoria y militancia.
El intendente realizó un detalle histórico de la vida de Eva Perón y destacó su estrecha vinculación con la provincia del Chaco, participando activamente en el impulso de la ley 14.037 que dio origen el 8 de agosto de 1951 a la provincialización de nuestra provincia.
“Evita es la manifestación más pura del amor genuino que tiene una líder para con el pueblo de la Nación”, dijo el intendente al remarcar que siete años le alcanzaron a para transformarse en una artífice ineludible de la historia argentina.
“Evita quedará para siempre en los corazones de todos los argentinos”, dijo. Recordó una de sus frases que hoy tiene más vigencia que nunca: «Con la ceniza de los traidores construiremos la patria de los humildes».
Participaron del acto el secretario de Cultura, Sebastián Benítez Molas; las subsecretarias municipales Mariela Quirós (Cultura e Identidad local), Susana Ramírez (Mujer y Familia); los legisladores provinciales Hugo Sager y Juan Manuel Pedrini; la legisladora nacionales Analía Rach Quiroga; el parlamentario del Mercosur, Julio René Sotelo, concejales, vecinos y referentes de organizaciones sociales.
Evita, líder espiritual y abanderada de los humildes
El 7 de mayo de 1919 nació en Los Toldos provincia de Buenos Aires Eva Duarte más conocida como Eva Perón o «Evita», como la llamaba su pueblo.
En 1944 conoció a Perón, ya casada con él, participó activamente en la campaña electoral de su marido en 1946, siendo la primera mujer argentina en hacerlo
Marcó un cambio de paradigma en materia de políticas sociales y laborales en la historia de nuestro país.
Luchó por la igualdad y la justicia social, erigiéndose como adalid de las mujeres: el voto femenino, la lucha por la igualdad de género y por el lugar de la mujer dentro del mundo de la política fueron algunas de sus insignias.
No en vano, sus esfuerzos lograron en 1947 la promulgación de la ley que instituyó el voto femenino en Argentina.
El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita ―de veintiséis años de edad― pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón.
En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino. El 9 de septiembre de 1947 se sancionó la ley 13.010, por unanimidad, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la Argentina.
En 1949 Eva Perón buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF), el 26 de julio en el Teatro Nacional Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires.
El PPF estaba dirigido exclusivamente por mujeres, era totalmente autónomo dentro del movimiento, y estaba organizado a partir de unidades básicas femeninas que se abrían en los barrios, pueblos y sindicatos canalizando la militancia directa de las mujeres.
El 11 de noviembre de 1951 se realizaron elecciones generales. Evita votó en el hospital donde estaba internada, debido al avanzado estado del cáncer que terminaría con su vida al año siguiente.
Por primera vez las mujeres argentinas pudieron votar y ser votadas. El 64% de las mujeres votó por el peronismo, un porcentaje levemente superior al de los varones, que votaron en un 63% por la reelección de Perón. Asimismo, el Partido Peronista Femenino logró elegir 23 diputadas, tres delegadas de territorios nacionales y 6 senadoras -las únicas mujeres presentes en el Congreso Nacional-, y 80 legisladoras provinciales.
En 1952, Evita fue declarada oficialmente «Jefa Espiritual de la Nación», quedó en la historia y el corazón del pueblo argentino.