El hecho sucedió el viernes pero trascendió en las ultimas horas.
Según trascendió, todo sucedió en la localidad de Ituzaingó, cuando un menor de cuatro años ayudaba a su madre a hacer torta fritas a leña. Apartemente el niño arrojó un recipiente con combustible al fuego, sin darse cuenta que un poco había caído entre sus prendas, por lo que las llamas terminaron alcanzando al infante.
El pequeño fue llevado inmediatamente al nosocomio local, pero los médicos decidieron trasladarlo de urgencia al hospital Pediátrico «Juan Pablo II». Desde allí notificaron que el niño se encuentra con el 10% de su cuerpo quemado, siendo las zonas más afectadas las manos, piernas y la genital. Sin embargo pese a las lesiones se encuentra fuera de peligro.
Foto: imagen ilustrativa