En las últimas horas, tras una revisión para definir la continuidad de las etapas correspondientes a la obra destinada al NEA, no se incluyó la finalización de la misma en territorio correntino. Esto se suma, por ejemplo, al tan promocionado (y truncado) segundo puente interprovincial o los abultados aportes de fondos que se anunciaron mediante un Plan Belgrano que todavía no benefició a la provincia.
La campaña electoral es un hecho hace varios meses, y el gobernador Gustavo Valdés lo sabe a la perfección. Muestras de ello son las reiteradas recorridas que hizo -y hace- por el interior; sus anuncios proselitistas y la propaganda mediática para desmentir la realidad crítica que atraviesa Corrientes como la primera provincia del país en el índice de pobreza.
Pero en lo que se refiere a obras, como ya se mencionó en párrafos anteriores, destacó negativamente la decisión de no ejecutar el segundo puente para unir la provincia con Chaco; también generó malestar en la sociedad la eterna espera por los fondos del Plan Belgrano (a cargo del correntino Carlos Vignolo) que Valdés había garantizado en campaña para obras de infraestructura de todo tipo y, ahora, la exclusión de Corrientes del Gasoducto del NEA luego de una revisión de contratos que hizo Nación para determinar en qué zonas terminarían las tareas para poner en funcionamiento el recurso.
Lo más llamativo, sin dudas, tiene que ver con el enérgico pedido que hizo Valdés en campaña para que la gente acompañe los lineamientos conformados por Nación, Provincia y Municipio. Todo esto con el radicalismo, el PRO y Cambiemos en general como una unión determinante para el futuro de Corrientes.
La realidad fue otra: la provincia que antes fue gobernada por Ricardo Colombi -quien hasta bailó chamamé con Mauricio Macri-, y hoy tiene como jefe del Ejecutivo al sucesor Gustavo Valdés, cada vez parece más lejana de la gestión de los globos amarillos.
Los que volvieron a perder, como siempre, son los ciudadanos. Los mismos a los que el gobernador pedirá hasta el cansancio durante los próximos días y semanas que depositen su confianza -otra vez- en la coalición oficialista, esa que inclusive sumó a más partidos y agrupaciones con el objetivo de mantenerse en el Poder.