El gobierno nacional decidió este martes, postergar por un mes el ajuste del impuesto a los combustibles líquidos, que debía regir desde el 1 de junio, y las petroleras analizan la posibilidad de no realizar aumentos o que éstos sean por porcentajes menores.
Las petroleras que controlan el mercado de combustibles líquidos ratificaron hoy, casi al unísono, que el precio en surtidores tiene un atraso de entre 10% y 15%, según la marca y producto, pero el contexto condiciona la posibilidad de recuperar parte de ese terreno.
Desde una de las compañías privadas se expresó que «una decisión de aumento de precios está muy condicionada por la situación recesiva del consumo de combustibles, y por el peso de YPF que maneja casi 60% del mercado y obliga al resto de los jugadores del sector a estar supeditados a sus movimientos».
«Que el Gobierno haya decidido postergar este aumento es una oportunidad para las empresas de recuperar parte del costo de producción y comercialización de los combustibles, los que se encuentran en torno a 15% por encima de lo que marcan hoy los surtidores», se explayó el directivo que enfatizó en el rol de YPF en los próximos días.
Precisamente, desde la compañía de mayoría accionaria estatal se analizaba esta tarde que el anuncio del Gobierno «saca el piso de un eventual aumento que se daría sólo por trasladar el peso impositivo» que el Gobierno estimó en 1,5% del precio por litro.
«De lo que se pudiera aumentar a partir de ese piso que ya no existe permitiría a la industria ganar terreno sobre la paridad de importación que refleja un atraso de precios en torno al 10% promedio», como se indicó en reciente diálogo de los directivos con los inversores, precisó la fuente.
Las distintas fuentes también admitieron que se analizará en los próximos días «si vale la pena aumentar ahora precios luego de un mes con un dólar estable en torno a los $46 y el Brent por debajo de la cotización de fines de abril, o por el contrario intentar reducir el atraso».
Fuente: Télam