Una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará mañana a Buenos Aires para comenzar la cuarta revisión de las cuentas fiscales, en el marco del crédito por US$ 57.000 millones que el organismo aprobó el año pasado para la Argentina.
Encabezará la misión el titular del caso argentino, Roberto Cardarelli, quien estará acompañado por técnicos del FMI, quienes en días sucesivos se entrevistarán con autoridades del Banco Central y del Ministerio de Hacienda, informaron fuentes oficiales.
Como sucedió en viajes anteriores Cardarelli podría reunirse también con funcionarios de la AFIP, para conocer el avance de la recaudación y con ministros de distintas áreas tal como lo hizo en la última misión en la que se encontró con el ministro de Producción y Empleo, Dante Sica, entre otros.
El acuerdo con el FMI prevé un nuevo desembolso de unos US$ 5.400 millones en julio, luego de los US$ 10.800 desembolsados a comienzos de abril.
El nuevo encuentro se produce luego de que a fines de abril el FMI flexibilizara sus normas y le permitiera al Gobierno intervenir de manera directa en el mercado de cambios, sin esperar a
que el dólar quede debajo del límite inferior o supere el máximo de la banda cambiaria que se había fijado en octubre. Estrategia que aún el Banco Central no ha necesitado utilizar para controlar el tipo de cambio.
La mirada estará puesta en los resultados fiscales de abril, ya que Hacienda había sobrecumplido la meta fiscal con un superávit primario de $ 10.347 millones, un 0,1% del PBI, según informó el titular de la cartera, Nicolás Dujovne.
«Es la primera vez desde 2011 que Argentina vuelve a tener superávit financiero primario en sus cuentas pública» en los tres primeros meses del año, dijo Dujovne durante la rueda de prensa en la que informó los números de las cuentas públicas.
Dujovne hizo hincapié en que la meta de alcanzar el equilibrio fiscal se está cumpliendo sin utilizar los ajustadores (sociales y de gasto de capital) que permitirían flexibilizar el compromiso asumido con el FMI hasta un resultado negativo de 0,5% para este año.
«Hay que ser claros, los ajustadores permiten, si los utilizamos, llegar hasta un déficit anual del 0,5%, aunque mantenemos nuestra proyección de equilibrio, tratando de preservar el gasto social y el de capital», explicó el ministro.
Ahora, el titular de Hacienda tendrá para mostrar la buena recaudación obtenida en abril, cuando por primera vez en cinco meses tuvo una variación en línea con la inflación, con una suba interanual del 51%, para sumar algo más de $357.300 millones.
A finales de abril el FMI apoyó la posibilidad de que el Banco Central venda y compre la cantidad que considere necesaria de dólares, para el manejo del mercado cambiario. Entonces, el primer subdirector gerente del FMI, David Lipton, dijo que “Argentina está enfrentando una situación desafiante en los mercados financieros”.
Los directores ejecutivos del FMI “expresaron su apoyo al marco que sustenta el Acuerdo Stand-By y la implementación de esas políticas por parte del gobierno», agregó entonces Lipton en un comunicado.
Fuente: Télam