Siento un dolor como militante y decepción como dirigente ante el cuadro de incertidumbre que vive el peronismo chaqueño pido, responsabilidad a los administradores del sello justicialista que han sumido al partido de la provincia en una encrucijada propia de quienes confunden la política con jugar a las escondidas, en vez de permitir que la democracia interna conduzca a la unidad bajo nuestro lema de «El que gana conduce y quién pierde acompaña».
Estoy sumamente preocupado por el futuro inmediato del Chaco, considero que los hechos y conductas de público conocimiento ponen en riesgo el resultado electoral en la contienda gobernador y diputados provinciales mientras a nivel nacional todo demuestra que el peronismo concluirá en una gran unidad.
Convoco a todos a ser cautos con las ambiciones personales y asumir las responsabilidades que nos caben a todos los que administramos sellos institucionales.
Se han cerrado todos los pasos de la democracia interna, nos están llevando a vericuetos inimaginables del Estado de derecho, que tanto pregonamos los peronistas, por haber sufrido reiteradamente el escarnio de los golpes de factos.
Me siento estafado en mi buena fe militante, como le sucede a cientos de miles de chaqueños que están en mi misma condición, pido, aunque más no sea, una cuota de racionalidad, sino existe voluntad o convicción de cuáles son los parámetros de convivencia dentro del estado peronista.
Siento vergüenza ajena, porque no es racional cometer tantas torpezas sucesivamente, máxime si se tiene en cuenta las advertencias y pedidos de cordura por parte de afiliados que ya saborean un triunfo a nivel nacional convencidos que el desastroso gobierno de cambiemos nos obligó a encontrar la unidad.
De seguir insistiendo con esta línea de comportamiento, hasta corremos el riesgo de poner al Chaco, otra vez a contrapié con el gobierno nacional descontando que a partir del 10 de diciembre el peronismo volverá a conducir los destinos del país.
Convocó a la cordura responsabilidad a los administradores del sello justicialista que han sumido al partido de la provincia en una encrucijada propia de quienes confunden la política con jugar a las escondidas, en vez de permitir que la democracia interna conduzca a la unidad bajo nuestro lema del que gana conduce y quién pierde acompaña.