Si bien el Gobierno nacional -seguido por ECO y Valdés a nivel provincial- habló en un principio de un millón de unidades habitacionales, los fondos no están y las casas tampoco. Además crearán un fondo fiduciario que quitará responsabilidades a INVICO.
No se trata de una situación que comenzó ayer. Hace más de un año las carpetas duermen en los escritorios del INVICO.
A dicha entidad mencionó una autoridad del organismo y reveló que son alrededor de dos mil las familias que necesitan su propio techo.
Hasta el momento lo único que se sabe es que se entregarán viviendas en Santa Catalina, pero no todas las que se ejecutaron en el predio .
Sin dudas el presente provincial es de terror: sin casas, pobreza altísima, desnutrición, inseguridad y una desidia gubernamental que se materializa en hechos.