Sin vueltas y acusando directamente a uno de los imputados, María Rosa expresó su bronca tras el aplazamiento del juicio por la tragedia que terminó con la vida de ocho trabajadores de una obra en construcción.
La señora es madre de Diego Rodríguez, uno de los ochos obreros que falleció tras el derrumbe ocurrido en 2012 en calle San Martín al 600.
Al conocerse que se aplazó la fecha de inicio para el proceso judicial correspondiente, María Rosa dijo que le ofrecieron $500 mil a las familias para que no hagan juicio.
“Hacen lo que quieren con nosotros”, dijo la mujer y agregó: “tenemos mucha bronca. Y ya no me voy a callar. Uno de los imputados ofreció 500 mil pesos a cada una de las familias de los obreros para que desistan de continuar el juicio. Una de ellas aceptó la oferta, y no la juzgo porque su situación es apremiante”.