El gobernador correntino viajó este martes a Europa y Asia, pero antes de volar su policía intentó desalojar a trabajadores que reclamaban sueldos y aumentos adeudados en los galpones de ERSA.
Lejos de ponerse al frente del conflicto del transporte, el gobernador Gustavo Valdés optó por el uso de la fuerza y un nutrido grupo de efectivos policiales intervino en las instalaciones de la empresa que presta servicios de transporte público de pasajeros en la capital de la provincia.
Si bien la situación parece haber llegado a buen puerto, ya que los empresarios y la UTA acordaron el pago de lo adeudado y también una escala nacional, lo que pasó antes de la reunión entre las partes indignó a gran parte de la sociedad correntina.
Los uniformados avanzaron con dureza hacia los manifestantes que, en definitiva, no hacían otra cosa que reclamar lo suyo. Se dispararon armas con balas de goma e hirieron a varias personas que se encontraban en el lugar.
Las imágenes hablan por sí solas. El cuerpo de los trabajadores con las marcas de las postas dan cuenta de una avanzada represiva por parte del gobierno provincial, y el mandatario finalmente demostró no estar a la altura de la situación ya que tomó un avión y se fue con una comitiva a gestionar negocios muy lejos de donde verdaderamente se necesitaba su intervención.
En las redes sociales quedó demostrado que la ciudadanía se puso del lado de los trabajadores. Los mensajes fueron claros: dieron su apoyo a los choferes y remarcaron que solamente estaban defendiendo su derecho al trabajo y u correspondiente salario.