La puja por el poder dentro del peronismo se robó la atención en las últimas horas, en desmedro del armado de las otras listas nacionales que prácticamente pasaron desapercibida. Ambos bandos se atribuyen «representar los intereses de la fórmula Fernández – Fernández», donde aún resta definir que pasará con los comicios locales.
*De nuestra redacción.
No se baja ninguno. Lo que se preveía hace un tiempo se hizo realidad -en parte- el pasado sábado con la confirmación que tanto Domingo Peppo como Jorge Capitanich buscarán ganar las PASO para ser la lista que represente al Frente de Todos en los comicios de octubre en lo que respecta a las listas de senadores y diputados nacionales.
La rosca política para tratar de llegar a un acuerdo, e imponer sus candidatos, fue tremenda; pero no llegó a buen puerto. Claramente, en la previa ambos son candidatos testimoniales, aunque también significa un resguardo en caso de perder las elecciones con el radicalismo, algo que hoy parece absolutamente lejano.
Ambas partes se arrogan que pelearon por lograr la unidad, y acusan a los ahora adversarios de haber roto todo tipo de códigos. Asimismo, los dos sectores aseguran ser los representantes legítimos de los intereses de la fórmula Fernández – Fernández en la provincia, aunque desde el seno del coquismo acusan a Peppo y compañía de sumarse a este movimiento hace poco tiempo.
En el PJ hay un axioma que establece «el que gana gobierna, el resto acompaña», y eso es lo que más ofusca al «peppismo», desde donde se acusa a Capitanich y compañía de obrar con mezquindades y con «intenciones de desconocer al sector interno que está gobernando la provincia».
Peppo, ante los medios, relató que «había una intención de desconocer a un sector importante de la vida política del Chaco, como es el espacio que gobierna la provincia, con 40 intendentes, legisladores nacionales y provinciales, tratando de lograr un proceso de unidad ofreciendo únicamente la senaduría al gobernador».
En tanto, desde el «coquismo» aseguran que lo que está en juego es el liderazgo político del PJ». No obstante, en un comunicado que se conoció vías redes sociales, fueron más allá y sostienen que «existe una disputa política en torno a dos modelos y proyectos de país sustancialmente diferentes». Agregan, que los diputados electos en 2017 (en referencia a Pértile y Mosqueda) votaron todo a favor de las políticas de Mauricio Macri, y que fueron funcionales a la crisis que hoy padece el país.
En la misma línea, en el lanzamiento del pasado sábado, Domingo Peppo no se quedó atrás y tiró un tiro por elevación hacia Capitanich al asegurar que «es fácil hacer obras cuando bajan mucho dinero de nación para tal fin». Resaltando que a él le tocaron cuatro años no solo de adversidad económica, sino también de color político.
NO TODO ESTÁ ROTO
Pero, vale decir, sería ingenuo pensar que esta disputa entre Peppo y Capitanich rompió todo tipo de posibilidad de lograr un acuerdo de cara a los comicios del 29 de septiembre. Incluso, el gobernador sostuvo que «el tiempo dirá, todavía falta para el cierre de listas para las elecciones provinciales. Dependerá de cada uno. Nosotros vamos a seguir haciendo lo que venimos haciendo, vamos a aclarar las cosas que tengamos que aclarar».
Por parte del intendente de Resistencia, lo confirmó el sábado al exponer que quiere volver a ser gobernador del Chaco, pero lo advirtió tiempo atrás al asegurar que “Es necesario tener humildad y grandeza política, pero si siempre soy yo quien tiene humildad y grandeza, no se puede generar consensos”.
Así las cosas, todo hace pensar que al igual que en las Nacionales, se vivirá un enfrentamiento en las urnas por la gobernación del Chaco, y donde no debe perderse de vista lo que suceda el sábado, cuando visite la provincia Cristina Fernández de Kirchner, para presentar su libro pero también -según informaron- para acomodar los tantos de un tablero que hoy está muy revuelto.