Melisa Kumber murió horas después del hecho. El hombre recibió un disparo en el pecho pero fue dado de alta horas más tarde. Tenía denuncias por violencia de género y una restricción perimetral.
Una agente de la policía de la Ciudad murió luego de haber recibido un disparo en la cabeza en su casa ubicada en San Juan 2029 en Quilmes, el jueves por la noche. Estaba con su hijo de siete meses cuando llegó el papá del bebé, Nicolás Sánchez, también efectivo policial.
La pareja se había separado hacía varios meses, apenas el bebé nació.
Según familiares de Melisa, la joven de 27 años había denunciado en varias ocasiones a Sánchez por violencia de género, incluso lo hizo en Asuntos Internos de la Policía Federal. Luego de esa denuncia, las autoridades policiales le sacaron el arma y el uniforme y lo pusieron a realizar tareas administrativas dentro de la fuerza.
Todo comenzó el jueves por la noche cuando Sánchez fue a la vivienda de Melisa y su hijo para terminar de cerrar algunos trámites de visitas. En esas circuntancias, los efectivos comenzaron a discutir. Ella intentó defenderse pero no pudo: Sánchez le dio un disparo en la sien. El efectivo policial de 30 años recibió un disparo en uno de sus hombros. Ambos fueron trasladados al Hospital Iriarte pero Melisa murió horas después por la gravedad de la herida.
Nicolás Sánchez fue atendido y fue dado de alta a las pocas horas. Ya se encuentra detenido y a disposición de la fiscal de la causa, Karina Gallo, titular de la UFI de Quilmes.
En el lugar del hecho, efectivos policiales secuestraron dos armas de fuego calibre 9 milímetros que serían de ambos policías.Lo cierto es que si bien Nicolás Sánchez no tenía el arma reglamentaria, según fuentes de la investigación tenía otra arma particular.
Fuente: minutouno