El hecho se conoció recientemente y tuvo lugar en la localidad chaqueña de Villa Ángela. Hasta el momento no se conocen las razones puntuales del incidente y tampoco la identidad de los presuntos responsables.
Todo sucedió el pasado 11 de julio, cuando se prendió fuego la vivienda en la que residían dos testigos de la causa, quienes fueron aportados por la querella que representa a Antonia Morán, madre de Maira.
Mercedes Antonia Guerra y Andrés Antonio Ojeda, vivían con sus dos hijos en una humilde casa por calle Mendoza y Pedro Riera del Lote 20 en esa ciudad chaqueña.
Según lo que cuenta el matrimonio a poco de leerse la sentencia del Juicio por el asesinato y desaparición de Maira, comenzaron “los amedrentamientos”. “Al principio el hecho de que el padre de Rodrigo Silva (único condenado en la causa) aparezca en el barrio nos hacía pensar. Pero después todo se fue agravando: “empezaron a cascotear la casa una noche hasta que salí y pregunté qué pasaba – detalla Andrés Ojeda- Me dijeron que no me meta más en el puterio de Maira o que me iban a encontrar la cabeza arriba de un palo y el cuerpo desaparecido como Maira. Y que deje de hinchar las pelotas con la policía porque me iban a prender fuego la casa”. Y eso fue lo que pasó. Porque lejos de “dejarse de hinchar con la policía”, los Ojeda hicieron once (11) denuncias ante la comisaría pertinente y ante las diferentes fiscalías penales.
Las denuncias fueron previas al incendio de la vivienda. Primero por amenazas y posteriormente, contando que además de incendiarla, antes robaron las cosas que la familia poseía (cocina, garrafa, colchones, ropa,etc). Todo obra en las diferentes presentaciones ante las fuerzas de seguridad de la ciudad (Comisaría Primera) y organismos judiciales (Fiscalía 1 y 3 y Juzgado de Faltas), algunas de las cuales publicamos en esta nota, sin embargo nada pudo evitar que los Ojeda pierdan sus cosas y lo que es peor, el temor de sentirse desprotegidos.
En las denuncias figuran las referencias y nombres de quienes amedrentaron y pudieron haber robado e incendiado la vivienda, sin embargo la respuesta de los uniformados a Ojeda fue que “tienen que tener una orden de allanamiento para actuar”.
Hoy la pareja y sus dos hijos residen en un campo donde el padre de familia trabaja, distante a unos kilómetros de la zona urbana de Villa Ángela. Antes por temor, hoy por desamparo la familia Ojeda reside lejos de su hogar y reclama protección.
Interviene la Fiscalía N° 1
Consultada por Revista Bohemia, Gisela Oñuk, a cargo de la Fiscalía N° 1 de Villa Ángela, donde recae la denuncia de incendio de la casa de los Ojeda, «ante lo declarado por el denunciante (Andrés Ojeda) dispusimos la detención de unas cuatro personas que son sindicadas como supuestos autores del incendio. Uno de los cuales sería menor de edad por lo cual habrá que dar seguimiento a los órganos pertinentes». Cabe destacar que sólo la denuncia del incendio recayó en la jurisdicción de Oñuk, las demás obran a cargo del fiscal Sergio Ríos, Fiscalía N° 3, quien oportunamente se apartó de la investigación del caso Maira Benitez, por cuestionamientos de la familia de la víctima.
Por otra parte, la fiscal contó que «aún no hubo resultados positivos de la búsqueda policial» y que cuando se logre dar con las personas sindicadas por el denunciante como autores del incendio, «se valorará» si hay elementos suficientes para la aprensión por más tiempo, o no.
Respecto de las pericias que fueron solicitadas a la División Bomberos, para determinar la causa del inicio de incendio, Oñuk contó que «aún no se elevó el informe a la Fiscalía». Por lo que, a casi una semana de la denuncia no hubo avances sustanciales en la causa, para lo cual Oñuk explicó que «son tantas las causas con las que cuenta el juzgado que se trabaja a destajo con las herramientas con que se cuenta». Y respecto de la integridad física de la pareja, la fiscal explicó que «no hay posibilidades de poner custodia a cada denunciante», sin embargo según dijo «se realizan patrullajes en la zona y se sigue la investigación».
Aunque los Ojeda hace tiempo ya no residen en el Lote 20, ya que por temor debieron vivir primero a resguardo de un hijo de Mercedes, y luego Andrés consiguió trabajo en ese campo de la zona rural de Villa Ángela, donde le dieron asilo a la familia.
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Fuente: Proyecto Bohemia.