*Por ingeniero Domingo Peppo, gobernador de la Provincia del Chaco.
El 9 de julio de 1816 se selló la “voluntad unánime e indubitable” de las provincias a romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, y se proclamó “una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli”. Es así que, a 203 años de la Declaración de la Independencia, debemos honrar a los hombres y mujeres que a lo largo de la historia argentina bregaron por tener una Patria libre y soberana.
Aquel hecho histórico, marcó un símbolo en la emancipación de nuestro país. Pero –tomando las palabras de Eduardo Galeano- considero que la Independencia es una tarea por hacer, que estamos intentando realizar y que nos compromete a diario, para tener una sociedad mucho más justa.
En esta fecha, quiero reflexionar sobre lo que nos queda pendiente como Nación, que es construir una Patria libre para los más humildes. Aún tenemos deudas con sectores sociales que fueron marginados a lo largo de nuestra historia, y es a ellos a los que le tenemos que dar respuesta. Porque la libertad se logra con educación de calidad, con la dignificación de un trabajo, con el crecimiento de nuestras economías regionales, nuestra actividad productiva, nuestra industria, y con las oportunidades al alcance para construir un proyecto de vida propio.
Y quienes concebimos el rol de un Estado presente, debemos bregar por la construcción de un territorio de iguales e inclusivo, que nos permita ser una Argentina socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana. Solo esta visión, nos permite ejecutar políticas públicas en beneficio de los que hoy tienen menos oportunidades de elegir.
Bajo este objetivo venimos trabajando desde el rol que me toca ocupar como gobernador, en un escenario que no es nada fácil. Frente a un contexto desfavorecedor, con políticas nacionales que nos dan libertad dentro del mercado pero que perjudican nuestro crecimiento individual, nos plantamos bajo el convencimiento de defender a los chaqueños.
Estuvimos cerca de todos los sectores en estos momentos difíciles, para sostener a nuestra provincia. Pero hoy es necesario cambiar el rumbo y apostar a que a nivel nacional debemos tener un Gobierno que nos acompañe y que tenga como objetivo mayor devolver la felicidad al pueblo. Y esa felicidad se logra con la libertad de poder vivir y expresarse cultural, política y económicamente.
Debemos volver a conquistar estos ideales, con el objetivo puesto en que la Patria Grande la construimos entre todos y que en ella, no debe ser excluido nadie. Juntos debemos seguir apostando al sueño de unidad, forjando un país más justo y que conserve sus tradiciones y costumbres. Solo así seremos una Nación libre e independiente para todos.
