Varios activistas se encaraman a la grúa de la central para protestar contra el uso de este combustible.
Una decena de activistas de Greenpeace han desembarcado este viernes en el muelle que sirve para abastecer de carbón a la central térmica de Los Barrios (Cádiz), propiedad de la energética Viesgo. Los ecologistas han desplegado pancartas y carteles en los que piden el fin del uso de este combustible, el que más gases de efecto invernadero genera para producir electricidad. El muelle en el que han desembarcado es, a su vez, propiedad de la eléctrica Endesa. Tras tocar tierra, cinco de los ecologistas se han encaramado a la grúa de 50 metros de altura que sirve para descargar el carbón que llega en buques desde otros países. Intentaban desplegar una pancarta de 250 metros cuadrados, pero el viento en la zona lo ha impedido.
Los activistas han partido en cuatro embarcaciones neumáticas esta mañana desde el Rainbow Warrior, el emblemático buque de Greenpeace que lleva desde el jueves fondeado en la bahía de Algeciras. El barco está recorriendo las costas españolas durante este mes dentro de la campaña En marcha por el clima, que, precisamente, pide acabar con el uso de los combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y el gas natural.
Finalmente, los agentes de la Guardia Civil han desalojado de la grúa a los ecologistas. Y, tras varias horas de protesta, los activistas han sido expulsados del muelle también.
Alrededor del 80% de los gases de efecto invernadero que emite la actividad del hombre en España y Europa proceden del sector energético y la quema de esos combustibles. Y dentro de ese sector energético destacan las centrales térmicas de carbón para producir electricidad.
En España, se espera que alrededor de una decena de térmicas de carbón cierren durante el próximo año. Se trata de las centrales que queman un mineral nacional que ya no es rentable extraer (de hecho, las minas españolas ya han cerrado). La duda está en lo que ocurrirá con las centrales que utilizan el carbón importado de países como Colombia, Rusia y otras partes del mundo, como la central de Los Barrios, en la bahía de Algeciras. Los planes del actual Gobierno pasan por un cierre gradual hasta 2030; pero Greenpeace cree que se puede adelantar cinco años ese cierre.
Con la acción de este viernes, Greenpeace exige el cierre de todas las térmicas de España en 2025. Nuño cree que es completamente posible. De hecho, según recuerda, el uso del carbón en España está en mínimos históricos «desde hace tres meses». Este jueves, por ejemplo, el carbón no cubrió ni el 4% de la demanda eléctrica de todo el país, frente a la cuota del 15% que solía tener durante los últimos años. Entre otros motivos, las tasas medioambientales que penalizan el carbón, están en parte detrás de esa caída.
Fuente: El País
