A seis años de su designación como Papa, Francisco expresó su voluntad de visitar «pronto» la Argentina, aunque se descarta que es muy poco probable que lo haga en pleno año electoral.
En medio de su viaje a Marruecos, el Santo Padre estuvo en contacto con diversos medios de comunicación y, entre otros temas, fue consultado sobre si tiene previsto realizar una visita al país, donde estuvo por última vez en 2013 con el cargo de arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina.
«Me gustaría visitar la Argentina el año próximo», dijo el Papa, quien en otras ocasiones se había manifestado de la misma manera al referirse a este viaje que todavía no realizó como máxima autoridad religiosa.
Hasta el momento Francisco no vino a la Argentina porque en el Vaticano consideran que «no están dadas las condiciones», en referencia a la «grieta» que divide a los argentinos y que podría impactar en su visita, por los»tironeos ideológicos».
Desde la Iglesia advirtieron que el Papa debía hacer el anuncio previo a las presidenciales de octubre. De esta forma, Francisco eludiría cualquier tipo de especulación política.
Aunque también hay circunstancias religiosas que explican su decisión, ya que el 1° de abril del 2020 se cumplirán los 500 años de la primera misa en lo que sería territorio argentino: en el actual Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz. El Papa buscaría en su visita contribuir a la unión nacional y al logro de acuerdos básicos ante los grandes desafíos que tiene la Argentina.
Según publicó el diario La Nación, en el entorno de Francisco aclararon que necesita «que los dirigentes argentinos lo dejen ser Papa» y aseguraron que le molesta que lo «usen». En este contexto uno de los apuntados es el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés, que solo fue recibido dos veces por el jefe de la Iglesia Católica.
Allegados al Papa aclararon que Francisco no recibirá a ningún dirigente de la política argentina en el año electoral y aseguraron que «no tiene ninguna predilección política», tras las versiones de su simpatía por el peronismo y sobre todo la e xpresidenta Cristina Kirchner. A su vez, sostienen que el principal objetivo de Francisco es ayudar a los argentinos a superar las divisiones.
Francisco estableció alguna fecha probable con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, pero el momento preciso debe definirse todavía. Solo se conoce la voluntad del Papa: volver al país que lo vio nacer, aunque fugazmente, en el próximo año, cuando quizá los ánimos de muchos argentinos se hayan serenado después de las elecciones presidenciales.