Macri, preocupado por la caída del dólar

Nacionales

Más allá del peligro de atraso cambiario, cuanto más caíga mayor será la posibilidad de un rebote preelectoral. Culpan a las exageradas tasas que mantiene el Central.

El dólar no deja nunca de dar sorpresas en la Argentina. A fin de abril parecía que la cotización podía desbordarse y superar los $50. Justo a tiempo, el Gobierno consiguió entonces el visto bueno del FMI para utilizar reservas y logró contener lo que podría enterrado definitivamente las chances de reelección de Mauricio Macri. Algunos en Casa Rosada creen que incluso podría haber peligrado la continuidad del Gobierno hasta el 10 de diciembre.

Pasaron poco más de 60 días y ahora el panorama es el contrario. El tipo de cambio no sólo se estabilizó sino que además acentuó su tendencia a la baja en las últimas dos semanas, quedando cerca del piso de la banda cambiaria que se había estipulado en su momento con el FMI. Incluso el viernes parecía que podría producirse un rebote pero la oferta volvió a hacerlo retroceder por debajo de los $42 en el mayorista, mientras que en la mayoría de los bancos y casas de cambio podía comprarse por debajo de los $43.

Un dólar tranquilo genera varios efectos favorables para la economía y también para las chances electorales del Gobierno. Por lo pronto, el proceso de desinflación parece haberse acelerado y se pronostica una medición de 2,6% en junio, luego del 3,1% de mayo. Sería la tercera caída consecutiva. Pero además, tanto la tranquilidad cambiaria como la baja de la inflación comenzaron a revertir el clima pesimista. Tanto el índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad Di Tella y diversas encuestas muestran un mayor optimismo de la gente respecto al comportamiento de la economía en un año.

Estabilizar el dólar era algo largamente anhelado por el Central y en realidad por todo el Gobierno, luego de haber pasado un año entero de crisis cambiaria: de abril de 2018 a abril de 2019. Sin embargo, no estaba en los cálculos de nadie que la divisa baje con la velocidad que lo está haciendo en estas últimas semanas.

Desde distintos sectores empezaron a realizar advertencias sobre los problemas de un dólar que cae mientras que la inflación sigue avanzando, aún cuando lo haga a un ritmo inferior. El titular de la UIA, Miguel Acevedo, advirtió sobre los efectos desfavorables de una disminución «artificial» del tipo de cambio. También el candidato del kirchnerismo, Alberto Fernández, criticó al Gobierno por seguir vendiendo reservas en medio de la caída del dólar (el Tesoro licita u$s 60 millones diarios). Y economistas cercanos como Alfonso Prat-Gay también salieron a alertar por la posibilidad de regresar a un escenario de «atraso cambiario».

La novedad es que la preocupación por la continua caída del dólar llegó al mismísimo Mauricio Macri. «Hablen con Guido», intentó convencer en vano a varios de sus funcionarios más cercanos. Se refería a Guido Sandleris, el titular del Central. Sin embargo, el Presidente quiere ser extremadamente cuidadoso y evitar que se lea cualquier injerencia del Ejecutivo en el funcionamiento del BCRA. La última vez que esto ocurrió, el 28 de diciembre de 2017 cuando se cambiaron las metas de inflación, el resultado posterior fue pésimo.

 

 

Fuente: Infobae.