Es el primer gobernador de la isla que presenta su dimisión en medio de su mandato. Se vio forzado por las masivas manifestaciones desatadas tras la filtración de un chat privado en el que insultaba a rivales políticos, artistas y miembros de la comunidad LGBT.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció su renuncia después de dos semanas de encendidas protestas ciudadanas. El hastío del pueblo puertorriqueño, un estado libre asociado a Estados Unidos, llegó a su límite al conocerse la filtración de unos mensajes de chats homofóbicos y machistas entre él y sus principales colaboradores. Esa misma filtración develó una red de corrupción que involucra a altos funcionarios de su gobierno. Asumirá la Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez.
“Hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador efectivo el viernes dos de agosto a las cinco de la tarde”, dijo el Gobernador en un video publicado en Facebook cerca de la medianoche. Afuera de la casa de gobierno miles de personas celebraron la noticia con consignas como “¡Ricky, puñeta, el pueblo se respeta!”.
«Se mofaron de nuestros cadáveres, se mofaron de la mujer, se mofaron de la comunidad LGBT, se mofaron de toda la isla», dijo el cantante Ricky Martin, uno de los artistas que se puso al frente de las manifestaciones cuando convocó a una masiva protesta la semana pasada. Uno de los mensajes filtrados hizo una referencia ofensiva sobre su homosexualidad.
Todo un grupo de artistas encabezó algunas columnas de las masivas marchas que llenaron las calles de Puerto Rico. Algunos de ellos fueron Residente (ex Calle 13), el trapero Bad Bunny y Daddy Yankee. Con ellos se solidarizaron otros artistas puertorriqueños de renombre internacional como Luis Fonsi, el dramaturgo Lin-Manuel Miranda, el salsero Marc Anthony y el actor Benicio del Toro. Daddy Yankee se mezcló inadvertidamente con la multitud en la marcha del martes, mientras Ricky Martin llegó subido al techo de una camioneta y ondeando una gran bandera del orgullo gay.
Estas manifestaciones son las más grandes desde las protestas que pusieron fin al entrenamiento de la Marina estadounidense en la isla de Vieques portorriqueña hace más de 15 años.
Fuente: Página 12