El intendente de Resistencia participó de la celebración del santo patrono de la ciudad.
Con el izamiento de banderas en el mástil central de la ciudad comenzaron este martes las actividades para celebrar el día de San Fernando Rey, patrono de la ciudad de Resistencia. El intendente Jorge Capitanich, junto a autoridades provinciales, municipales, autoridades eclesiásticas y representantes del STJ, encabezó el acto que dio inicio a las actividades oficiales y luego concurrió al Tedeum para celebrar al patrono de la ciudad.
Capitanich recordó el 27 de agosto, se conmemora el día San Fernando Rey, recordando que la ciudad se había puesto bajo su protección en 1.750, cuando los padres jesuitas fundaron la reducción de la comunidad originaria de abipones en las proximidades del Río Negro.
“Esta conmemoración de nuestro Santo patrono constituye una de las celebraciones más importantes de calendario de la ciudad”, dijo el jefe comunal.
Las actividades que marcaron el inicio de la celebración, incluyeron el izamiento de las banderas, la oración central a cargo de la Mesa Interreligiosa del Chaco y continuaron con un tradicional Tedeum realizado en la Iglesia Catedral para concluir con la santa misa a las 19.
El intendente agregó que en esta fecha emblemática también se recuerda e invoca al Cura Brochero, quien fuera santificado por el Papa Francisco.
Participaron de las actividades para celebrar al santo patrono de la ciudad la presidenta del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Emilia María Valle; la ministra del STJ Iride Grillo; arzobispo de Resistencia, Ramón Dus; concejal Alicia Frías; secretarios y subsecretarios municipales, la presidenta de la Comisión de Fiestas Patrias, Carmen Ramírez; representantes de la Mesa Interreligiosa y la Comisión de Justicia y Paz; representantes de colectividades, invitados especiales y vecinos de la ciudad.
San Fernando
San Fernando III fue un rey profundamente piadoso, hombre de fe y oración, devoto de la Virgen, de quien llevaba siempre una imagen consigo. Agradecido a Dios por sus éxitos políticos y militares. Tuvo como prioridad concluir la recuperación de la península ocupada por los moros, cuidando la honestidad y piedad de sus soldados, viendo la guerra bajo la razón de la cruzada cristiana.
De buen trato con las demás religiones. Impulsó la literatura, protegió a las nacientes órdenes de franciscanos y dominicos, preparó la codificación del Derecho, entre otras obras. De vida sencilla y recta.
Santo laico, esposo y padre ejemplar, sabio y humilde gobernante, defensor de la justicia. Se casó dos veces. La primera, en 1.219 con Beatriz de Suabia, de Alemania, con quien tuvo diez hijos, de los cuales le sucederá Alfonso X (El Sabio). En 1.236 muere su esposa. Vuelve a Toledo y se casa en 1.237, con la francesa Juana de Ponthieu, con quien tiene tres nuevos hijos. Alcanzó la santidad con altísimos ejemplos de pureza de vida y sacrificio personal.
La Iglesia celebra su Fiesta Litúrgica el 30 de mayo, día en que entregó su alma al Señor, en 1.252. Por razones pastorales, se conmemora su día el 27 de agosto, haciendo coincidir el festejo con el de la ciudad, recordando que esta zona ya se había puesto bajo su protección en 1.750, cuando los padres jesuitas fundaron la reducción de indígenas abipones.
Dicha fundación se realizó en las proximidades del Río Negro, sobre la actual avenida 25 de Mayo, a la altura del 2.000, donde se encuentra el monolito recordatorio.