Luego del abrazo simbólico que hicieron médicos y distintos empleados al nosocomio infantil, el interventor tuvo que reconocer el problema y dijo que el estado edilicio es muy malo.
El interventor del Juan Pablo II, Dr. Alberto Arregín, manifestó que todo se debe a falencias en los momentos que debían haberse realizado las obras.
Sostuvo que se dejó pasar el tiempo y ahora se ven las consecuencias.
“Hay un deterioro marcado en la estructura edilicia del hospital», sentenció.