Macri escribió una carta destinada a la clase media argentina

Nacionales

El título de la columna es «Podemos ser mejores» y está firmada por el propio mandatario. En el primer párrafo Macri se refiere al «clima de incertidumbre» que viven los argentinos «hace varias semanas», lo que puede ser leído como una referencia tácita a los efectos que se generaron luego de las primarias en materia de volatildiad y shocks cambiarios.

«Mi responsabilidad es hacerme cargo y resolver las urgencias», continúa el texto del presidente y luego agrega: «Con el objetivo de llevar alivio a la mesa de los argentinos, tomamos una serie de decisiones. Durante la primera semana, nos concentramos en contener el impacto negativo de esta crisis. Tomamos, entre otras, medidas para los monotributistas y para los que pagan ganancias, y aumentamos el salario mínimo».

 

La carta 

Los argentinos estamos viviendo un clima de incertidumbre hace varias semanas, y quiero decirles que hoy nada es más importante que darle un respiro al bolsillo de las familias argentinas y atender la inestabilidad de la economía. Estoy acá para eso. Mi responsabilidad es hacerme cargo y resolver las urgencias. Con el objetivo de llevar alivio a la mesa de los argentinos, tomamos una serie de decisiones. Durante la primera semana, nos concentramos en contener el impacto negativo de esta crisis. Tomamos, entre otras, medidas para los monotributistas y para los que pagan ganancias, y aumentamos el salario mínimo.

Y para reducir el impacto de la inflación, que hasta el 11 de agosto venía en baja, eliminamos el IVA de varios alimentos de la canasta básica. Y lo hicimos pensando, sobre todo, en la clase media. La que siempre pone el hombro y siente que su esfuerzo nunca es retribuido. Por otra parte, para seguir acompañando a las pymes, que son el motor de desarrollo de nuestro país, la AFIP lanzó un plan a 10 años para ponerse al día, además de ampliar de 6 a 10 la cantidad de planes permanentes que puede tener cada pequeña o mediana empresa. Sumamos a Hernán Lacunza como Ministro de Hacienda al equipo y con él abrimos una nueva etapa.

Su primera decisión fue la de extender los plazos de la deuda para aliviar la carga financiera en el corto, mediano y largo plazo. Y pusimos un límite a la volatilidad del mercado cambiario para proteger la estabilidad cambiaria y a los ahorristas. Son medidas que sólo se justifican en la emergencia, pero que son necesarias para evitar daños mayores. En lo económico, vamos a seguir tomando las decisiones que hagan falta para llevarles tranquilidad. Y al mismo tiempo, vamos a seguir gobernando como siempre, enfocados en generar trabajo para más argentinos, como venimos haciendo desde el primer día.

Siempre que hablé de las oportunidades que nos abría el mundo, por ejemplo, lo hice pensando en el bolsillo de los argentinos y en el crecimiento de las familias. Porque exportar más limones a Estados Unidos -para poner un ejemplo- es eso: argentinos que apuestan y crecen, que acceden a nuevas posibilidades. El acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur es eso: más trabajo y más oportunidades de crecimiento para los argentinos. Haberle devuelto la credibilidad y la transparencia al INDEC, mejorar la justicia y respetar la independencia de poderes es eso. En definitiva, hacer que los argentinos crezcan a partir de reglas claras, sin mentiras, con instituciones fuertes y respetadas por todos, sobre la base de cimientos sólidos. Ese es, a mi manera de ver, el rol de un Presidente: generar las condiciones para que en cada región de la Argentina se multiplique el trabajo.

Porque el fruto de ese trabajo es progreso genuino, no es un parche ni un atajo. Y sabemos que la única manera de lograr un verdadero progreso es dialogando y construyendo confianza, que es la base de cualquier vínculo. Sin querer perjudicarnos ni exponernos unos a otros porque, si lo hacemos, perdemos todos. Para salir adelante necesitamos alcanzar consensos, en especial quienes ocupamos un rol de liderazgo en el país.

En mi gobierno las provincias tuvieron más participación sobre el total de los recursos federales, y el diálogo entre la Nación, las provincias y los municipios fue siempre fluido y constante. Logramos acuerdos entre empresarios y sindicalistas que mejoraron la productividad y generaron oportunidades. Es que sin diálogo no hay progreso posible. Por eso es que también estoy en contacto permanente con los distintos representantes de los partidos que compiten en las elecciones de octubre. Podemos vivir en una Argentina republicana y libre.

Podemos encaminar la economía y salir de décadas de altos y bajos. Podemos hacerlo diciéndonos la verdad, respetándonos unos a otros, expresándonos sin que eso traiga consecuencias. Podemos seguir viviendo en un país donde no haya lugar para las mafias ni la corrupción. Podemos ser mejores, estoy convencido de eso.

Confiemos en nosotros mismos. Si atravesamos tantas dificultades a lo largo de nuestra historia, si dimos tantos pasos hacia adelante cuando nadie creía que podíamos hacerlo, significa que podemos, que somos capaces. Esa Argentina es posible.