En un acto que contó con la presencia de dirigentes de varios sectores sociales y políticos, el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, lanzó este lunes el plan «Argentina contra el hambre», un programa que, aseguró, pondrá en marcha si asume la Presidencia el 10 de diciembre.
Desde el predio de la Facultad de Agronomía en la Ciudad de Buenos Aires, Fernández aseguró que lo primero que hará si es electo presidente será «reperfilar el precio de la canasta básica, que es lo primero que hay que reperfilar».
«El único mensaje que quiero dejar es que olvidemos toda diferencia, juntémonos para terminar con el hambre en la Argentina. No podemos vivir en paz con semejante flagelo», afirmó.
Luego de referirse a la lucha contra el hambre como «una obsesión» que tiene «con Cristina», el candidato más votado en las PASO señaló: «Es una batalla que debemos dar como sociedad, no es una batalla de un presidente o partido político. Que nos conmueva la vergüenza de ver la miseria al lado nuestro. Un chico mal alimentado es un chico que no va a desarrollar bien su capacidad. Y es un chico sin futuro».
En este sentido, aseguró que «hay que tener vergüenza» por el hambre. «Decimos ser el país que produce alimentos para 400 millones de personas y no podemos alimentar a 15 millones que están en la pobreza. Esto no lo arregla un plan, sino una Argentina que se pone de pie».
Según el último informe del Indec, difundido hace una semana, en el primer semestre de 2019 el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%, frente al 27,3% del mismo período de 2018. La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país.
Además, Fernández le hizo un guiño al dirigente social Juan Grabois, líder de la CTEP, quien se encontraba en las primeras filas del predio tras una semana agitada de movilizaciones. «Juan, ¿dónde está Juan Grabois? Allí está, un poco escondido. Él me decía que había que resolver el problema de la ley de góndolas. Hay dos proyectos de ley, ¿por qué no los empezamos a trabajar ya? ¿Por qué los diputados no se ponen a resolverlo ya?». Y siguió: «El segundo problema que me planteó Juan es el precio de los alimentos. No es posible que en el país del trigo y las vacas, el pan y la leche no paren de subir».
«Los que más se esfuerzan por los pobres son los que menos tienen, los más solidarios son los más pobres. Los merenderos están en manos de gente muy pobre que se esfuerza por sus vecinos», completó.
Fuente: Clarín.