En la tercera jornada de la Copa del Mundo, Los Pumas sufrieron una dura derrota por 39-10 y quedaron al borde de la eliminación. En el mismo estadio donde habían jugado con Francia sufrieron la derrota en manos de Inglaterra, que fue implacable.
El equipo argentino tuvo un buen arranque jugando en zona de ataque y merodeando lo que podría haber sido el primer try de la tarde en Tokio. Los primeros puntos llegaron por un penal de Benjamín Urdapilleta. Sin embargo, rápidamente cambió el panorama.
En la primera ocasión de ataque, Jonny May le ganó el mano a mano a Emiliano Boffelli y apoyó el primer try. Pero el detonante llegaría al minuto 17, cuando Tomás Lavanini vio la tarjeta roja por un tackle alto. El número 5 se transformó en el segundo jugador argentino en ser expulsado en un Mundial, con el único antecedente de Pedro Sporleder en 1991. Con uno menos y el resultado en desventaja, todo fue cuesta arriba. Los Pumas aguantaron casi hasta el final del primer tiempo con el mismo tanteador, pero en una ráfaga Elliot Daly y Ben Youngs apoyaron dos tries que dejaron el partido prácticamente definido.
Si la única manera de ganarle a Inglaterra era haciendo un partido perfecto, durante los primeros 40 minutos esa opción quedó descartada. Después, los signos del cansancio y el correr de los minutos con una distancia holgada aportaron el resto. Apenas hubo tiempo para un try de Matías Moroni, tras una rápida combinación a la salida de un line-out. En Inglaterra apoyaron George Ford, Jack Nowell y Luke Cowan-Dickie para marcar el 39-10 que sería final.
Con este resultado, la clasificación de Los Pumas quedó comprometida y para obtenerla deberá ganarle a Estados Unidos el miércoles y que Francia pierda con Tonga y con Inglaterra.
Foto y fuente: UAR