Desde distintas organizaciones y entidades que se dedican a brindar apoyo a los pacientes infectados aseguran que la situación se agudizó en los últimos meses. Temen que las faltantes continúen y piden una solución urgente a las autoridades gubernamentales.
“La Secretaría de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social se quedó sin reactivos de carga viral. Era algo que veníamos advirtiendo, era previsible que pasara. Hay una licitación abierta en curso pero mientras tanto ya se avisó a las jurisdicciones que no van a tener para enviar. Lo que seguimos esperando es que se pueda salir de esta situación con una compra de urgencia que garantice la provisión de este reactivo”, puntualizó Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped.
Jose Di Bello, presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP), detalló que este faltante comenzó hace 2 años. “Al principio, lo que hicieron fue restringir la cantidad de análisis utilizando unas nuevas guías que implementó la Dirección de VIH Sida del exministerio de Salud, que indican que ya no sería necesario hacerse los análisis 2 o 3 veces al año. Son guías que a veces utilizan en algunos países con situaciones muy problemáticas como, por ejemplo, países africanos. No es una indicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Sin embargo, esto no alcanzó y empezaron también a restringir este monitoreo y privilegiaron a aquellas personas con diagnostico reciente y embarazadas.
“En los últimos meses esta situación se agravó. Hay una licitación última que no se resolvió pero el tema es que con la devaluación y el monopolio existente de las farmacéuticas que venden los reactivos no se respetan los precios inicialmente acordados, entonces no se pueden hacer las compras. Los precios que piden las farmacéuticas son imposibles. Es una situación gravísima”, detalló Di Bello.
Por su parte, el periodista, activista y performer, Lucas Fauno, señaló que a esta situación hay que sumarle el faltante de leche materna para personas gestantes VIH positivas que no pueden dar la teta y tienen que dar una leche especial.
“El faltante de medicación no es solamente que no haya, sino que vayamos a buscarla y nos la cambien por otra que, a su vez, nos va a traer otros efectos secundarios. Es también que nos la fraccionen, que en vez de que nos den una por mes nos den una por semana o por 10 días. Esto sucede por un tema administrativo, por la mala gestión de este Gobierno”, detalló.
Por ahora, en uno de los pocos países que no tienen ministerio de Salud, las personas portadoras del virus no podrán realizarse estos controles hasta, por lo menos, enero de 2020. “Nuestra salud se ve completamente en juego con estas situaciones”, añadió Fauno.
Frente a esto, el activista calificó a las respuestas oficiales como “cínicas” y “marketineras” ya que en los comunicados del degradado ministerio hablan de “supuestos faltantes” en los comunicados del ex ministerio de salud.
En tanto, el ex viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, resaltó que en nuestro país aumentaron los casos de transmisión, en gran parte por la falta de acceso a los preservativos: “Están muy caros. El Estado, que antes inundaba de preservativos, ahora no lo hace”. Otro de los motivos que él identificó es la pérdida de control de los tratamientos por dificultades logísticas. “Es demasiado el tiempo de espera para poder hacer los análisis de carga viral y eso hace perder la eficacia terapéutica”, añadió.
En esa misma línea, Matías Muñoz, abogado, militante y coordinador de la Asociación Ciclo Positivo, aseguró que estos faltantes y retrasos se vienen repitiendo desde 2016. “En febrero de 2017 y septiembre de 2018 también denunciamos recortes en el presupuesto”, señaló.
Y continuó: “Hay mas de 70 mil personas que se atienden en el sistema público que no tienen la posibilidad de hacerse los estudios para poder hacer le seguimiento de su salud”.
“No tenemos la seguridad de que esto vaya a solucionar, incluso con un eventual cambio de gobierno. Venimos luchando en contra del desabastecimiento desde los inicios de la gestión del gobierno de Cambiemos”, puntualizó.
“Esto habla de un abandono sin precedentes: ni en el año 2001, en el que faltaba tanta medicación, nos pasó algo así. Es muy grave también que esto no se hable en los medios de comunicación”, concluyó Muñoz.
Argentina suscribió en 2015 a las metas regionales “90-90-90” de la OPS/OMS y ONUSIDA, que buscan que para el 2020 el 90% de las personas con VIH estén diagnosticadas, que de ellas el 90 por ciento estén recibiendo tratamiento y que, de este grupo, el 90 por ciento tenga niveles indetectables de carga viral. Con este escenario, el país quedará lejos de poder cumplir con estos objetivos.
Por su parte, desde la Secretaría de Salud dijeron a El Destape que este faltante existió hace un mes y medio, pero afirmaron que hoy en día, los análisis se están haciendo normalmente, diferente a lo dicho por el resto de las fuentes consultadas.