Hay carreteras y calles bloqueadas en varias ciudades, el transporte público ha iniciado un paro total de actividades y se han suspendido las clases en todo el país. El presidente declaró «estado de excepción».
Ecuador ha decretado ayer el estado de excepción ante las protestas que ha desatado el alza del precio del combustible decretado por el Gobierno. Con esta medida, que se aplicará en todo el país durante 60 días, el presidente, Lenín Moreno, pretende «garantizar la seguridad» y prevenir un posible estallido de las protestas violentas. Desde la medianoche del miércoles no hay transporte y las clases han sido suspendidas en todo el país. A media mañana, el ambiente de las protestas subió de tono por la quema de neumáticos para bloquear calles y carreteras en varias ciudades, hubo cargas policiales en la capital y se desplegaron militares en la sede del Gobierno, el palacio de Carondelet. 19 personas han sido arrestadas en todo el país «por obstruir la vía pública y por ataques y resistencia», ha asegurado la ministra de Gobierno [interior], María Paula Romo.
La ola de movilizaciones responde al incremento del precio del diésel y gasolina extra, que se ha producido por la eliminación del subsidio estatal. La medida, con la que el Gobierno pretende ahorrar 1.400 millones de dólares al año (más de 1.276 millones de euros), es parte de un paquete de ajustes anunciado por el presidente el martes por la noche.
ESTADO DE EXEPCIÓN
Con el estado de excepción quedará limitado el derecho de reunión y el de libertad de tránsito y se desplegará a la policía y a las Fuerzas Armadas en todo el país. Los ministros de Defensa y de Gobierno, Oswaldo Jarrín y María Paula Romo, anunciaron que se perseguirá la paralización de vías, la suspensión de derechos públicos y todo lo que altere el orden, la paz y las actividad laboral y productiva del país.
El nuevo precio del combustible comenzó a regir desde la medianoche de este miércoles, así como la convocatoria de los transportistas de todo tipo a un paro nacional. Ni autobuses internos, ni interprovinciales, ni grúas, ni rutas escolares ni taxis. El llamamiento hecho en un principio para este jueves, ya ha sido extendido por los representantes de los trabajadores de forma indefinida.
La gasolina extra ha pasado de costar 1,85 dólares por galón a 2,22, respectivamente. El diésel, habitual combustible del transporte de mercancías, estaba entre un dólar y 1,37 dólares, dependiendo del tipo, y ahora sube a casi el doble, con algo más de 2,10 dólares el galón.
Fuente y foto: El País