«Dylan está despierto, habla y tiene hambre». Con esas palabras, el padre de Dylan Gómez graficó como está el pequeño guerrero tras el trasplante de corazón que recibió el lunes.
El corazón de un nene de Salta late hoy en el castigado cuerpo de Dylan, y llenó de alegría al pequeño y a toda su familia que vienen luchando hace tiempo -demasiado- esperando un milagro que se concretó el lunes.
En lo que respecta a lo estrictamente clínico, Dylan está evolucionando favorablemente, aunque su familia sabe que deben ser cautos, aunque la esperanza ya no la saca nadie. Asimismo, solicitan 60 dadores de sangre en el hospital Italiano, para reponer lo utilizado en la intervención quirúrgica que duró más de 9 horas.
También la comunidad de Villa Berthet, de donde es oriundo el pequeño guerrero, está expectante por recibir buenas noticias desde Capital Federal, y para eso continúan con interminables cadenas de oraciones y diferentes muestras de afecto.
TRASPLANTE
Dylan se transformó en bandera para mostrar la importancia de la donación de órganos, también en niños que es donde -aseguran- es más difícil que los dolidos padres accedan a tomar la dura determinación de donar.
Sin dudas el caso del pequeño de Salta y la determinación tomada por su familia es de una grandeza y una muestra de amor a la vida que no puede calcularse. Lo cierto es que la fatalidad del nene salteño y el dolor de esa familia se transformó en esperanza en otro niño, que vivirá una vida normal gracias a la mencionada dura determinación de la familia que perdió a su nene; en un doloroso y atípico ciclo de la vida que con seguridad, ninguna persona quiere pasar.