El Frente Amplio ha tenido este domingo una victoria con sabor amargo. La coalición de izquierdas que gobierna Uruguay desde hace 15 años ha experimentado un fuerte retroceso en estos comicios que, de cara a una segunda vuelta, le da una clara ventaja al bloque de la derecha.
El Frente Amplio ha logrado, con la totalidad de votos escrutados, el 39,2% de los votos. Así, respecto a las elecciones de 2014, la coalición liderada por Daniel Martínez habría perdido unos seis puntos. El gran vencedor de la jornada es Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional, que supera el 28,6% de los votos y llega a la segunda ronda, prevista en noviembre, con muchas posibilidades de convertirse en presidente.
Lacalle Pou tiene ahora el desafío de conformar un bloque que una al Partido Colorado (que tiene el 12,3%) y a Cabildo Abierto (más del 10,9%), formación creada este año por el militar Guido Manini Ríos, ex comandante en jefe del Ejército destituido por el presidente Tabaré Vázquez por sus declaraciones contra el Ejecutivo y la justicia en el marco de violaciones de los derechos humanos de la dictadura (1973-1984). Uno de cada 10 uruguayos votó a Cabildo Abierto, lo que marca la irrupción de la extrema derecha en la política uruguaya.
A partir de ahora empieza otra campaña, con una confrontación directa entre dos proyectos de país y dos candidatos a presidente: Daniel Martínez, de 62 años, y Luis Lacalle Pou, de 46. Martínez, ingeniero, exministro de Industria y exalcalde de Montevideo, confía en mostrar una imagen de más confianza que la que proyecta Luis Lacalle Pou, hijo y bisnieto de dirigentes del Partido Nacional, que se presenta por segunda vez a las elecciones y ha tenido cargos de diputado y senador. También habrá una clara confrontación izquierda-derecha, con propuestas programáticas diferentes y probablemente un duro enfrentamiento de ideas.
Fuente: El País