Todo aquel que se considere un verdadero amante del café, reconoce la importancia de su calidad y le presta especial atención a la manera de prepararlo.
Por eso, dejando de lado las versiones instantáneas que en la mayoría de los casos poco conservan del sabor y aroma reales de los granos de café, vamos a dedicarnos a explicar cómo funcionan las máquinas que llevan cápsulas en lugar de filtro.
Estas máquinas son cada vez más elegidas no solo por su practicidad y elegancia, sino por los excelentes resultados y variedades de café que ofrecen.
Es simple: un único aparato con el que usando diferentes cápsulas de café podrás obtener el preferido para cada miembro de la familia.
Ahora sí, vamos al paso a paso para aprender a usar una máquina de café.
Lo primero por hacer es decidir qué cápsula vamos a querer usar. Porque de eso dependerá el tamaño de taza, la cápsula a utilizar y todo el resto del proceso. ¿Listo? Entonces ahora sí podemos seguir.
1.Seleccionar el tipo de café
Cuando de cápsulas se trata, las variedades son muchas y de lo más exquisitas. Y el contenido de cada una está pensado estratégicamente para un tamaño de taza en especial. Esto se debe a que se calcula la cantidad exacta a servir para que el sabor y el aroma conserven el equilibrio perfecto.
Por ejemplo, si querés tomar un ristretto, la taza indicada es de 25 ml. Para un espresso deberás seleccionar una de 40 ml, una taza de 110 ml para el estilo lungo y 150 ml para un americano. Colocá entonces la taza adecuada debajo del dispensador de líquido.
2.Llenar de agua fresca el compartimiento
El volumen del líquido dependerá de la cantidad de infusiones que vayas a preparar. Una vez alcanzado el nivel deseado, deberás encender la máquina y esperar a que se caliente. Observa el indicador para saber cuándo se alcanzó la temperatura necesaria. Te recomendamos que en caso de que una vez terminado el café quede agua en el dispenser, lo vacíes y limpies para mantenerlo siempre en buenas condiciones.
3. Colocar la cápsula seleccionada
En realidad, una recomendación previa es precalentar la taza. Podés hacerlo volcando agua caliente en su interior y luego vaciarla para asegurarte de que el café permanecerá a una temperatura adecuada. Luego, colocás la cápsula en el compartimiento diseñado para tal fin, y presionás el botón indicado en base al tipo de café que seleccionaste. La cápsula caerá automáticamente en un recipiente una vez que se haya descartado y te recomendamos que la separes con los residuos reciclables.
4. Presionar el botón de llenado
Según el tipo de café deberás presionar el botón adecuado al menos durante 3 segundos para programar la cantidad de llenado que requiere esa cápsula en particular. Una vez alcanzado el nivel deseado, podés soltar el botón. Acá es donde toma sentido el tipo de taza elegida en base al café que estamos preparando.
5. Limpiar y desenchufar
Una vez que hayas terminado de preparar tu café, te recomendamos que limpies la máquina para asegurarte de que se mantenga lista para la próxima vez que quieras usarla. Mantenerla limpia y en buenas condiciones contribuye a su correcto funcionamiento. Una vez seca, te sugerimos que la desenchufes de la corriente eléctrica para ahorrar energía y evitar el consumo innecesario.
Hay diferentes accesorios que podés comprar para sacar más provecho de este tipo de máquinas. Contenedores de cápsulas, tazas e incluso un contenedor que recicla las cápsulas.
No te olvides: el café no es una infusión más, es una experiencia que invade nuestros sentidos y hay tantos tipos como personas en el mundo. Por eso, cada uno deberá encontrar el estilo que más se adapte a sus gustos, pero especialmente, reconocer cuál es su compañero perfecto para cada momento. Una vez que lo sepas, seguí los 5 pasos de arriba y a disfrutar.