*Educación: las prioridades de la nueva etapa

Sociedad

*Columna de opinión: Jorge Benítez, secretario Gremial Utre-Ctera-Cta.

Con el mapa político ya definido a nivel municipal, provincial y nacional luego de las elecciones que nos ha dejado este año, varios interrogantes subyacen.
• Cuál es el estado real en el que el modelo político de la gestión saliente deja al sector Educativo?
• Cuáles serán las prioridades a atender?
• Cómo y de qué manera se atenderán esas necesidades y prioridades?
• Cuáles son los sectores que quedaron en situación de vulnerabilidad?

Seguramente podremos pensar en varios aspectos más.

Con los valores económicos que conocemos, desde las mismas fuentes oficiales, no es de menor importancia considerar que unos de los puntos a tener en cuenta en este proceso de reactivación que necesariamente deberá ser encarado, será el de recuperar la pérdida del valor adquisitivo.
En el sector docente específicamente, la pérdida del poder adquisitivo desde que asumió la gestión Nacional y Provincial a fines del 2015 hasta la fecha ronda el 175%, teniendo en cuenta que la inflación acumulada en ese mismo período y finalizando la gestión será de 305% aproximadamente, habiendo obtenido en el mismo lapso de tiempo un 131,92% de recomposición salarial.

Es sabido que la pérdida de las paritarias nacionales ha significado un retroceso en términos de derechos. Esa pérdida trasladó a las provincias la responsabilidad de negociar sus salarios y solo en algunos casos las condiciones laborales, excluyendo al estado nacional la responsabilidad indelegable de garantizar un piso igualitario en términos de salarios a todas las provincias, además de dejar a muchas provincias sin proyectos ni programas socioeducativos, que incluían el derecho a tener una netbook, libros y además capacitarse a los docentes de todo el país.

Sin duda la cuestión pedagógica no estará entre los ejes a trabajar como prioridad. La atención en esta nueva etapa deberá estar centrada en recuperar a los niños y niñas y jóvenes que hoy se encuentran excluidos del sistema. La pobreza generada en esos últimos años, ha llevado a familias enteras a la línea de pobreza e indigencia. Muchos de nuestros estudiantes han vuelto a trabajar, a ayudar a sus padres en el trabajo precarizado. El hambre y la pobreza ha vuelto a ser el factor común en un gran sector de la comunidad. La única tarea de un niño y un joven debe ser estudiar. Su lugar debe estar en la Escuela y su hogar.

Hoy esos estudiantes no están en las escuelas, y la primera tarea del Gobierno debe ser devolverlos a su lugar y garantizar su buena alimentación.

Es lógico pensar que las condiciones para que esto ocurra deben darse en forma paulatina, pero deben ser un eje prioritario en la nueva gestión de gobierno. La reactivación económica será uno de los mayores desafíos al que deberá enfrentar el Estado.

Hoy existen familias enteras bajo la línea de la pobreza y muchos más en la indigencia.
En el Sector docente en particular, hay pocos compañeros y compañeras que apenas alcanzan a superar con su salario, la Canasta Básica Alimentaria, ni hablar entonces de aquellas familias en las que el trabajo precarizado e informal no alcanza a cubrir los costos mínimos para sostenimiento familiar. Y esta crisis se profundiza aún más cuando tenemos en cuenta que el sector más pobre y vulnerable, llega a consumir apenas 5 o 6 productos de la Canasta básica alimentaria. Allí, los índices inflacionarios aumentan para la clase más baja debido a que el IPC sube considerablemente en estos productos.

El sistema de salud y previsional se encuentra en ocasiones colapsados. El panorama puede observarse en la atención en los hospitales, donde muchas personas deben aguardar durante toda la noche para conseguir un turno para ser atendidos, muchas veces sin lograr este objetivo, por falta de médicos o por el cupo de turnos que los hospitales disponen.

Nuestra Obra social de la Provincia y sus servicios, han llegado a un nivel pobrísimo y de muy baja calidad en su atención. Hoy, enfermarse y ser atendido requiere una muy buena posición económica del paciente. El cobro del plus médico ya es un método que se convirtió en algo habitual, común, regular y hasta podríamos decir natural. Cualquier plus médico no es inferior a los $250 si no es mayor a ese importe. El desinterés por resolver esta situación ha llevado al paciente a tomar esta cuestión como algo normal, provocando en el afiliado, indignación pero al mismo tiempo resignación ante esta injusticia. Impotencia por no poder resolver un problema que viene desde hace mucho tiempo.

Los servicios asistenciales también han sufrido una suba en este tiempo, condicionando al paciente muchas veces a optar por realizarse o no los estudios indicados por su médico.

Los comedores escolares también son parte de un problema al que no se le encuentra una solución definitiva. El estudiante debe alimentarse en su casa. Es el mejor lugar. No obstante cuando esta responsabilidad la toma el estado, debe garantizar los fondos para que esto suceda en forma eficiente. Desde hace mucho tiempo, las partidas para comedores escolares son insuficientes y en reiteradas ocasiones, los directores de las Escuelas deben racionar los alimentos para que estos lleguen a todos los estudiantes.

En términos de Infraestructura Escolar, la situación también es delicada. En ocasiones, más aún en las ciudades del interior, hasta la provisión de agua es irregular. Los edificios carecen de mantenimiento y en muchos establecimientos es una prioridad que no puede postergarse.
Luego si, vendrán los objetivos pedagógicos. Entonces sí, deberemos poner atención y el esfuerzo de entender cómo debemos retomar los procesos de enseñanza teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos.

No es novedad que el Sujeto de hoy es diferente al de años atrás. Y no mucho tiempo atrás. Los avances tecnológicos, los diferentes climas de época, nos llevan a pensar en que la forma de educar no debería ser la misma que durante el pasado.

Hoy más que nunca, deberíamos traer al escenario a Paulo Freire. “Aprender en el acto de enseñar”. El paradigma educativo nos indica que con los cambios que la educación viene experimentando, en este punto de Paulo, nos hace reflexionar sobre el modo en el que encaramos nuestra labor docente.
Para esto creo necesario recuperar los Espacios de Formación, gratuita y en Ejercicio, poniendo especial atención a la igualdad y equidad en el acceso a este derecho que como docentes supimos conseguir. Dejo en claro aquí que no acuerdo con ninguna forma ni esquema que aliente a la meritocracia ni al premio por desempeño del docente. Ni en el escalafón ni en el salario. Recetas neoliberales nos han traído ese modelo y lo hemos visto fracasar. Todos y todas debemos tener el mismo derecho y las mismas obligaciones como docentes.

Tengo conciencia crítica para entender que hasta diciembre del año 2015 muchos avances hemos obtenido, y también que faltaron muchos elementos más para poder conseguir calidad en la Educación. Pero al mismo tiempo puedo afirmar que desde entonces hasta la fecha, ningún avance en materia educativa hemos logrado. Sin la Herramienta de la Paritaria Nacional Docente, solo hemos experimentado quitas de derechos.

Es de suma importancia también volver a dar valor y retomar a nuestra Ley Nacional de Educación, en plena vigencia. Debemos cumplir y hacerla cumplir pues allí está el trabajo de muchos años. Llegar a esa Ley no fue fácil. Del mismo modo que la Ley de Educación Técnico Profesional, que fue creada de manera muy simbólica y significativa en un momento donde las industrias debían ser el motor de arranque y recuperación de nuestras Fábricas.

Debemos luchar también por una Nueva Ley de Financiamiento Educativo que nos permita afrontar los nuevos desafíos que el sistema educativo requiere.

No por observar estas cuestiones me considero en posición neutral. Por el contrario, considero que el neutral se coloca muchas veces entre lo bueno y lo malo, o entre 2 posiciones, pero también al colocarse en “neutro” muchas veces con su silencio avala lo que el lado malo lleva adelante.

Si me coloco en la posición de crítico y reflexivo, debo decir que a todo lo que se había logrado, debemos exigir todo aquello que faltó y que aún falta. Lo prometido es deuda. El Presidente Electo ha prometido volver a tener Paritarias. Uno de sus ejes de Campaña ha sido el rol significativo de la Escuela Pública. Allí debemos estar para exigir el cumplimiento del renacimiento de la Escuela Pública.

El Gobernador Electo ha firmado un compromiso con Sindicatos Docentes. Reivindicó logros obtenidos por los sindicatos y prometió cambios estructurales que hagan mejorar el sistema Educativo Chaqueño. Allí debemos estar para exigir el cumplimiento de una cláusula Gatillo que nos permita crecer y no tan solo igualar los índices inflacionarios a nuestro Salario. Debemos cuidar que el Estado no delegue su responsabilidad en su rol de garante de la Educación.

El desafío de esta época es grande. Esperemos que todos y todas estemos a la altura de las circunstancias.