Capitanich habilitó al Ministerio de Salud Pública los recursos necesarios para las tareas de prevención en todo el territorio provincial.
El gobierno provincial impulsó, por cuarto año consecutivo, la prórroga de la Emergencia ante el Alerta Epidemiológico, Sanitario y Ambiental de lucha contra el Dengue, Chikungunya y Zika. Con esta herramienta el Ministerio de Salud Pública podrá contar con los recursos económicos necesarios para el desarrollo de tareas de prevención en todo el territorio provincial.
La directora de Epidemiología, Antonietta Cayre, explicó que a partir de esta decisión “se puede disponer de los fondos asignados para cubrir acciones necesarias, como la compra de insecticidas, combustible, arreglos de móviles y otros asuntos que están involucrados en el control de focos de bloqueos, prevención y concientización de Dengue, Chikungunya y Zika”.
La decisión tomada por el gobernador Jorge Capitanich, prorroga la declaración de la Emergencia de 2016 y sus sucesivas extensiones. Cubrirá en su totalidad el año 2020, a partir del 01 de enero hasta el 31 de diciembre inclusive, según lo establece el documento.
Medidas de prevención
En la provincia, tras el brote del año 2009 la mayor cantidad de casos se produjo en los años 2013 y 2016. Los casos confirmados correspondieron al serotipo DEN 1, que coincide con los casos observados en años anteriores. Las muestras de sangre para el diagnóstico de dengue fueron procesadas en un 98.5 % en laboratorios de red dependientes de Salud Pública y un 1.5 % en diferentes laboratorios del área privada.
Considerando la situación ambiental y la capacidad adaptativa del vector del Dengue, Zika y Chikungunya, desde la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud, reiteraron que las actividades deben ser de carácter permanente y sostenidas en el tiempo. Las medidas buscan prevenir y disminuir el riesgo de ocurrencia de brotes y la población del vector.
Las acciones se dividen en cuatro grupos: saneamiento ambiental, control de recipientes (también llamado control focal), evaluación entomológica y educación y comunicación de riesgos.
En el caso de sospecha de casos o cuando se está ante un brote confirmado, las acciones establecidas son: intensificación de las tareas habituales de control focal, eliminación de objetos inservibles, educación y comunicación. Durante una epidemia se puede incluso detener las actividades y realizar una evaluación entomológica para comprobar la eficacia de las acciones de control que se están realizando.
Además, desde el área observaron la aparición de resistencia del vector ante el uso frecuente de insecticidas, por lo que se solicita utilizar el tratamiento químico solamente en los casos antes mencionados.