Como sucede hace tiempo en la provincia y en el país, a quienes gobiernan (políticos, empresarios, sindicalistas), les importa muy poco el vecino común. Es por eso que una vez más, los ciudadanos de Resistencia no contaron con el servicio de colectivos este viernes -día laboral y escolar, donde muchos chicos no pudieron asistir a su último día de clases- y la situación se extenderá hasta el lunes.
* De nuestra redacción
Hace un tiempo, trabajadores de las empresas de colectivos lograron tras una larga lucha que sus haberes deban abonarse dentro de los primeros cinco días hábiles de casa mes. Sin dudas deben sentirse bendecidos con un acuerdo de tal magnitud que hoy otros sectores no los tienen.
Pero para ello, su medida de fuerza es directamente feroz, ya que automáticamente cortan el servicio público y dejan a miles de chaqueños sin poder movilizarse, o debiendo hacer verdaderas peripecias para hacerlo.
Todo esto -vale decir- está en el marco de los derechos de los trabajadores del sector que toman esta determinación porque una parte no cumplió con el acuerdo mencionado precedentemente.
Ahora ¿Quién es el que no cumple? ¿Los empresarios o el gobierno?
La provincia, comprometida a dar subsidios a las empresas para mantener el precio del boleto, aduce que desde Nación retrasan el envío de fondos, y que es por eso que no llegan a depositar en tiempo y forma el dinero del subsidio a las empresas, a quienes al parecer lo que recaudan diariamente no les alcanza para solventar los costos de pagos de choferes, pero que tampoco se interesan en mejorar un servicio que está en decadencia, con unidades obsoletas que representan un peligro tanto para los pasajeros, como para el trabajador que maneja el micro, y para quienes circunstancialmente puedan cruzarse con colectivos en mal estado.
Lo que siempre llama la atención es que desde la UTA, en reiteradas ocasiones, responsabilizan a la provincia por el no pago en tiempo y forma de los sueldos, como si fueran empleados estatales, y prácticamente no responsabilizando de la situación a las empresas. De hecho, fue la CETACH (la cámara que aglutina a empresarios del transporte público), quien anticipó que podría no haber colectivos este viernes por no contar con fondos para pagar a los choferes.
Lo cierto de esto es que, una vez más, los usuarios se ven perjudicados por una situación a la que son completamente ajenos, pero que los complica en gran modo en muchos casos, con la certeza que ellos -los usuarios- no importan a nadie.
Sin dudas, será una tarea dura para Capitanich darle una solución a este conflicto. Y vaya que es complejo el tema que en cuatro años Peppo nunca le encontró la vuelta.