«2020: el año con presupuesto contra la violencia de género»

Sociedad

* Artículo escrito por Tere Cubells, diputada chaqueña del Frente Grande.

 
2019: 327 femicidios en el país, el 63% en la vivienda familiar. 235 niñes perdieron a sus madres. 16 femicidios en nuestra provincia del Chaco, una de las primeras en el contexto nacional.
La información es una de las tantas estadísticas que se difunden periódicamente, esta vez del Observatorio “Ahora Que Si Nos Ven”, datos que fríamente dicen algo pero no muestran toda la realidad, sino la mas extrema: la muerte. Porque, convengamos, la violencia se expresa en diferentes grados, ámbitos y modalidades.
El esfuerzo necesario. La Nación.
Después de leer y releer las cifras de muertes de mujeres por el sólo hecho de ser mujeres no nos cabe menos que reflexionar sobre el esfuerzo que la sociedad y el Estado deben hacer para acabar con la violencia machista, patriarcal.
El Estado Nacional está dando pasos importantes mediante la sanción de leyes y, mas recientemente, la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad”. El presidente de la Nación, Alberto Fernández, destacó en su primer discurso al Congreso de la Nación el pasado 10/12/19:
 “No quiero finalizar sin mencionar enfáticamente que en estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres. Buscaremos reducir, a través de diversos instrumentos, las desigualdades de género, económicas, políticas y culturales. Pondremos especial énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado, fuente de muchas desigualdades, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre las mujeres en Argentina al igual que otros países.
Ni una Menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación.”
Sin dudas, institucionalmente se dan pasos de gran valor simbólico, pero que deben expresarse en la realidad fáctica.
El esfuerzo necesario. La Provincia.
Aproximándose el pasado 8 de marzo, el ex gobernador realizó un pomposo anuncio de “emergencia por violencia de género”, se convocaron a diversos colectivos de mujeres a la participación de un proyecto de ley que efectivizó omitiendo partes centrales de las opiniones de los colectivos, como la referencias presupuestarias concretas o la situación precaria de les trabajadores de áreas específicas en la materia.
La Legislatura chaqueña sancionó la Ley 3025-G el 26 de junio de 2019 declarando la Emergencia Social por Violencia de Género por dos años. Sin embargo, los 3 poderes del Estado omitieron dar cumplimiento a la misma, y especialmente a su artículo 13, que claramente establece que se deben disponer asignaciones presupuestarias para el cumplimiento de la misma.
Recientemente, el gobernador Jorge Capitanich, ha puesto en funcionamiento en el ámbito de la Secretaría de Derechos Humanos la Subsecretaría de Géneros, Diversidad y Disidencias , un avance muy importante en la materia.
El presupuesto 2020
Ante la omisión de asignación de recursos en la iniciativa presupuestaria 2020 remitida por el ex gobernador, hemos impulsado una asignación presupuestaria específica de 8.000 millones de pesos dedicada a la prevención y atención en toda la provincia de esta problemática, la que fue convalidada en la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputades del Chaco el pasado 30/12.
La incorporación al presupuesto provincial es un paso central, la igualdad de oportunidades requiere que esa herramienta de planificación sea abordada con perspectiva de género. Por lo tanto el conjunto de recursos que el Estado hoy vuelca en políticas de educación, comunicación, prevención, salud, asistencia social, vivienda, justicia, derechos humanos, entre otras, deber ser expresado en términos de esa perspectiva. Es decir, a lo largo y a lo ancho de todo el territorio provincial y en todas las políticas estatales expresando una acción con mirada de prevención, promoción de la igualdad y atención a las víctimas.
Esta propuesta es un desafío a la burocracia estatal, a la dirigencia política y a los diversos colectivos de mujeres y disidencias para rediseñar la mirada del Estado. Y una invitación a todos los niveles del Estado, incluyendo a municipios, a involucrarse.