Se trata de un macho llamado Qaramta, de 108 kilos, al que monitorean hace tres meses mediante aparatos satelitales.
Gracias al seguimiento, los expertos conocen sus desplazamientos, alimentación, sus ambientes preferidos y hasta los sitios que elige para descansar.
Qaramta es, casi con seguridad, el único yaguareté salvaje del área, por lo que el siguiente paso es trabajar activamente para generar un núcleo poblacional autosustentable de Yaguareté en El Impenetrable y que el depredador tope de la región vuelva a cumplir su rol ecológico.
