La puja por derogar el impuestazo que la municipalidad de Resistencia busca aplicar a los vecinos desnudó otras situaciones que parecen menores a la hora de la sanción de la Ordenanza, pero que claramente exponen un panorama que parece no será muy cordial en los próximos cuatro años.
* De nuestra redacción
El concejal Fabricio Bolatti tomó la bandera en busca de la derogación de la norma aprobada en diciembre pasado, reconociendo equivocaciones propias (como no haber leído el anexo III, argumentando que no se les fue entregado a los ediles). En esa línea, en diferentes informes realizado por su espacio (con videos incluidos), el concejal del Frente Chaqueño apoya su tesitura, aseverando que desde el radicalismo incluso reconocen que por una cuestión material no se les entregó a cada edil los anexos.
Claramente, fue un error de Bolatti haber votado algo que desconocía (debe recalcarse que eso fue reconocido por él mismo), pero inmediatamente buscó remediarlo. Así, coincidió con vecinos autoconvocados que la sanción de la norma fue «Ilegal», ya que para que la misma sea aprobada -sostiene el Frente Chaqueño- necesitaba 8 votos, y no 7 con los que finalmente se aprobó.
Bolatti también eligió en un primer término a los radicales como blanco de sus ataques, y los acusó de actuar en connivencia con el «Gustavismo». En ese aspecto, fue Celada la principal «apuntada».
Celada no tardó en contestar, calificando que todo esto se trata de «una interna del PJ entre Capitanich y Martínez», argumentando que ellos no serán parte de la misma y alegando que fue sacada de contexto. Sostiene asimismo que tiene pruebas de esto último, aunque en rigor nunca salió a la luz -al menos públicamente- ninguna de esas supuestas pruebas.
Ahora, quienes salieron al cruce de Bolatti fueron el presidente a cargo del Concejo, Carlos Salom, y el edil Dino Ortiz Melgratti.
Salom se refirió a Bolatti como «Un arrepentido», argumentando que acompaño el impuestazo y después quiso volver tras sus pasos. Agregó por otra parte que todo se acordó en Comisión de Hacienda (comisión que el edil del Frente Chaqueño no integra). Puntualizó en que si Bolatti «hubiera estado desde un primer momento con nosotros, el impuestazo no existiría».
En tanto que Ortiz Melgratti fue al hueso y aseveró : «Si Bolatti no sabe lo que vota no sé para que es concejal».
Pero Ortiz Melgratti mostró en cierto modo sus cartas al vincular a Bolatti con Capitanich y acusarlo al exintendente de dejarle a Martínez «en una anarquía total», producto de «la gestión desastrosa que realizaron en el municipio éstos últimos cuatro años».
Así, la pelea parece ser entre opositores a la gestión de Gustavo Martínez, que no obstante ello logró el cometido de aumentar los tributos en un 190% y que todo parece continuará de esa manera.
En el medio están los vecinos, que claramente no se sienten defendidos como esperan, y que de arranque nomás sufrieron un nuevo golpe al bolsillo.