Coronavirus,Venezuela: «Estamos encerrados, sin ahorros y sin provisiones»

Mundo

 

La frase es de un comerciante infromal, pero bien podría ser el grito unificado de miles de venezolanos.

Hasta hace dos semanas, Gerson Hernández sacaba una mesa frente a su casa en el barrio El Cementerio en Caracas y vendía cuadernos y útiles escolares. Con el coronavirus y la suspensión de las clases cambió de ramo. Ahora vende mortadelas y lo hace desde el interior. Pese a los gritos que da desde su casa para ofrecer el nuevo producto, el frenazo que ha impuesto la cuarentena decretada en todo el país, ha abierto un agujero en sus finanzas. Antes de que la vida cambiara para todos, cuando la Covid-19 era un problema solo de China, cada semana podía ganar siete millones de bolívares, menos de 100 dólares , que le alcanzaban para alimentar a su esposa y sus dos hijas. Esta semana los ingresos no llegan a los 25 dólares.

Las policías han impuesto un control estricto sobre la cuarentena en los sectores de clase media de Caracas, donde las calles han permanecido desoladas. Solo los supermercados y las panaderías reúnen gente, en filas con un metro de separación entre cada persona y todos con guantes y tapabocas, como ordenó Nicolás Maduro. Pero en varias zonas populares de la capital, aun con restricciones, el día a día se impone al distanciamiento social y allí las calles llegan a ser el hervidero de gente de siempre, con mascarillas de todo tipo. Estos días se han visto escenas como la de un funcionario de policía con un megáfono en la redoma de Petare enfrentando la indiferencia de un mar de personas a las que les pedía volver a sus casas “por la salud de todos”. El viernes hubo protestas en el barrio de Catia cuando intentaron desalojar a cientos de comerciantes informales que vendían productos sobre manteles en la calle.

Sin gasolina no hay comida
Para muchos venezolanos no es posible hacer una compra de alimentos para guardar. Los datos presentados en febrero por el Programa Mundial de Alimentos revelan que el 8% de la población venezolana (2,3 millones de personas) está en situación de inseguridad alimentaria grave, “principalmente como resultado de los altos precios de los alimentos”. El estudio refleja que otros siete millones están en situación de inseguridad alimentaria moderada. A principios de este mes, la FAO alertó de que Venezuela y Haití son los únicos países de América Latina que necesitan asistencia alimentaria exterior.

La restricción del combustible para sectores prioritarios —trabajadores sanitarios, de seguridad, militares y transporte de alimentos— ha sido una medida inédita que se ha aplicado en una Venezuela petrolera que debe importar gasolina para el consumo interno, seriamente afectado por la caída de la producción, el colapso de la industria petrolera por la mala gestión y las sanciones económicas. En otros países en cuarentena el combustible se acumula por la paralización, en Venezuela las reservas parecen haber llegado al límite.

El coronavirus avanza en Venezuela con 113 contagios confirmados y dos muertes en dos semanas. El espectro de los afectados por las medidas de confinamiento para frenarlo va más allá del grueso grupo de trabajadores por cuenta propia a los que Maduro prometió ―para cuatro millones de ellos— un bono de 350.000 bolívares (unos cuatro dólares, 3,7 euros), que alcanzan para un kilo de carne, que también ha entregado a los que poseen el llamado carnet de la patria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: El País