A través de un comunicado, el gremio docente integrante de la CTA-Autónoma Chaco, se refirió a la situación actual del sistema de salud en tiempos de la pandemia de coronavirus, y al presupuesto asignado para combatir la enfermedad que mantiene en cuarentena a todo el país.
EL COMUNICADO:
«La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto en todo el mundo la debilidad y el desfinanciamiento de la salud pública, Argentina no está exceptuada en este punto, quedando expuestas las políticas de Estado aplicadas que terminaron por desmantelar todo el sistema de salud.
El aislamiento obligatorio que lleva más de un mes en nuestro país, no ha sido aprovechado por los gobiernos nacionales y provinciales para preparar el sistema de salud en el desafío de enfrentar la pandemia. Esta situación se refleja crudamente en Argentina por el altísimo porcentaje de trabajadores de la salud infectados con coronavirus, debido al déficit de elementos de bioseguridad en hospitales y centros de salud de todo el país».
La situación laboral en salud
«Los trabajadores de la salud se enfrentan al Coronavirus con una precarización y exposición de riesgo laboral sin precedentes. Un sistema de salud que los condena al pluriempleo con salarios de miseria y jornadas laborales extenuantes, pero se los consideran «esenciales» en la primera línea de atención sin garantizar siquiera los EPP (equipos de protección personal). Por este motivo, mientras aún no registramos el pico previsto de la pandemia en Argentina, tenemos uno de los mayores índices de contagio entre el personal de salud, con infecciones y muertes como la del médico Francisco Marín».
«En este sentido, los EPP y condiciones de infraestructura que garanticen una atención segura para el personal y los pacientes, es indispensable para reducir los contagios; contar con testeos que hasta la fecha son insuficientes, así como constituir equipos rotativos de trabajo para evitar cierres completos de servicios ante un caso sospechoso. Sin embargo esta es una medida incompatible con el pluriempleo en un fragmentado sistema de salud sin un comando centralizado por el Estado y un salario extraordinario que permita reordenar los recursos humanos».
«Contrariamente a esta necesidad vital, varias provincias establecieron el congelamiento salarial nominal, lo que implica una verdadera rebaja de nuestros ingresos frente a la inflación. El bono que anunció el gobierno, y que aún nadie cobró, es completamente insuficiente, ya que las 4 cuotas mensuales de $5 mil cada una, sigue dejando la mayoría de los salarios muy por debajo de la canasta familiar, y además es restringido solo para los trabajadores que estén abocados al manejo de casos de Covid 19».
«El nivel de infectados de trabajadores de la salud, ya puso de manifiesto que todo el personal de salud está expuesto al contagio, sobre todo por la falta de elementos de bioseguridad».
Los productos farmacéuticos escasos y por las nubes
«La industria farmacéutica nacional se encuentra casi en su totalidad en manos privadas como Alejandro Roemmers y Sebastián Bagó, dos de las personas más ricas de Argentina, pero sus principal comprador es el Estado a través del PAMI y las coberturas provinciales como Ioma, así como los trabajadores en forma directa o por intermedio de sus obras sociales. Es un negocio redondo en un país sin producción pública de medicamentos».
Nuestra obra social tiene que estar al servicio de sus afiliados
«El directorio del In.S.S.S.E.P. brilla por su ausencia y su incapacidad para atender la salud de sus afiliados, sectores operativos que debieron reforzar los planteles y horarios de atención, para el fondo de alta complejidad afiliados que necesitan autorización para medicamentos (oncológicos y otras patologías de extrema gravedad), área diabetes y otros insumos que únicamente se los autoriza en sede central de Resistencia, provocando todo tipo de inconvenientes a sus propias dolencias y quedando expuestos a largas filas y horas de espera, ni que hablar de la farmacia, da vergüenza la forma que dejan al desamparo a sus afiliados.
«No se justifica de ninguna forma ya que el organismo cuenta con más de 1.500 operarios, que no tienen la culpa de que los «funcionarios» que los conducen carecen de capacidad para resolver estas contingencias como lo demuestran estos graves hechos».
«Llamamos a la reflexión a las autoridades del directorio del In.S.S.S.E.P. en especial a nuestros representantes síndicos y en las vocalías para que solucionen el funcionamiento de estos sectores. No deben olvidarse que este organismo que atiende la salud de sus afiliados todos los meses tributamos para el sostenimiento del organismo», finalizaron.