El medio de comunicación privado Caixin llevó a cabo una investigación y concluyó que la cantidad de muertos por el COVID-19 puede ser mucho mayor a la que difundió el Gobierno de Xi Jinping.
El número de carácter oficial que informaron las autoridades del gigante asiático es de 2.553 víctimas fatales solo en Wuhan.
Según el medio privado chino Caixin, conocido por su periodismo de investigación, las funerarias llevan desde esta semana entregando 500 urnas de difuntos para sus familias cada día, con lo que el número de fallecidos sería mucho mayor que lo que dicen las estadísticas del Gobierno.
Durante una visita a la funeraria, varios policías registran a los reporteros de Efe cuando tratan de acceder y les toman sus datos: “No se puede entrar a no ser que sea familiar de una víctima. Hay que respetar a los fallecidos y a los que vienen a recoger las cenizas, es la tradición china”, se excusa el agente.
El portal de noticias aseguró que en un día se llegaron a entregar 5.000 urnas, el doble de fallecidos que los que admiten las autoridades, y que en total la cifra de muertes podría superar las 40.000.
Un informe reservado de la Inteligencia estadounidense confirmó que el régimen chino ocultó el verdadero número de casos y muertes causadas por la enfermedad que comenzó en la provincia china de Hubei a fines de 2019, según informó Bloomberg.
El gobierno chino reportó unos 82.000 casos y 3.300 muertes, pero ha revisado repetidamente su metodología para contar casos, excluyendo por completo a las personas sin síntomas, y solo el martes agregó más de 1,500 casos asintomáticos a su total.
“Hay sospechas de que mucha gente murió en su casa sin ser diagnosticada y al principio no había equipos para hacer test. Muchas personas morirían, oficialmente, de gripe o por otra enfermedad. Pero corren historias de ciudadanos a los que les hicieron firmar certificados de defunción de familiares sin dar más explicaciones”, afirmó a Efe en las calles de Wuhan un residente, de forma anónima.