La OMS advirtió que el virus no va a desaparecer y «no se sabe cuándo habrá una vacuna”

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David Nabarro, vocero del organismo dijo que para él, el uso de barbijos será pronto lo más normal.

La «nueva» normalidad, en un mundo que busca salir del confinamiento sin demasiadas armas más que la prevención contra un enemigo invisible, asoma con barbijo, y pronto como quien sale de casa con los zapatos puestos.

Usar protección facial pronto se volverá normal, dice el portavoz para Covid-19 de la Organización Mundial de la Salud, David Nabarro.

Hablando en el programa Today de Radio 4, de la BBC, este lunes, Nabarro dijo que la gente tiene que aceptar la nueva realidad de vivir con el virus.

«Este virus no va a desaparecer. No sabemos si las personas que han tenido el virus permanecen inmunes y no sabemos cuándo tendremos una vacuna», dijo.

«Estoy seguro de que alguna forma de protección facial se convertirá en la norma, entre otras cosas para tranquilizar a las personas. Creo que vendrá por lo que llamo estar listo para Covid-19».

115 mil muertos

A este lunes, el brote coronavirus desatado en un mercado de venta animales vivo para consumo humano, en Wuhan, China, a fines de diciembre, ya deja en el mundo casi 115 mil muertos y más de 1,8 millón de infectados, a lo largo de 193 países y territorios.

La cifra de casos diagnosticados positivos sólo refleja, sin embargo, una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos, algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización. Las autoridades consideran que hasta ahora, al menos 395.000 personas se curaron de la enfermedad.

La cantidad de muertos en Estados Unidos, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 22.109. El país registró 557.590 contagios. Las autoridades consideran que 41.831 personas sanaron.

Después de Estados Unidos, los países más afectados son Italia, con 19.899 muertos y 156.363 casos; España, con 17.489 muertos (169.496 casos); Francia, con 14.393 muertos (132.591 casos) y Reino Unido, con 10.612 muertos (84.270 casos).

China continental (sin contar Hong Kong y Macao), tiene un total de 82.160 personas contagiadas, de las que 3.341 murieron y 77.663 sanaron totalmente. En las últimas 24 horas se han registrado 108 nuevos casos y 2 fallecimientos.

La experiencia china: barbijos y pacientes en casa, no

El director de un hospital temporal de COVID-19 en la ciudad central china de Wuhan ha aconsejado que Nueva York promueva el uso de mascarillas entre el público y deje de aislar a los pacientes dentro de sus propias casas.

Wang Xinghuan, director del Hospital Leishenshan de Wuhan, subrayó el uso de mascarillas al responder una pregunta acerca del por qué de la cifra más elevada de infecciones en Nueva York en comparación con Wuhan.

A su vez, Wang, también presidente del Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan, dio un ejemplo ocurrido en su hospital: unos médicos, que trabajaban en los departamentos que no trataban a los pacientes de COVID-19, se infectaron con el nuevo coronavirus al inicio del brote, y ninguno de ellos había usado mascarillas.

«No se infectó ninguno de los que habían usado mascarillas cuando tenían contactos con los pacientes, entonces estamos seguros de la eficacia de las mascarillas», dijo Wang a un grupo de periodistas durante el fin de semana.

El médico también desaconsejó aislar a los pacientes que tienen síntomas leves en sus propios hogares, donde podrían propagar el nuevo coronavirus a otros miembros de su familia.

«En la etapa inicial había muchos casos en que un solo paciente infectaba a toda la familia de tres, cinco o seis personas en Wuhan. Esto fue una lección lamentable», manifestó Wang.

Tras darse cuenta de dicho problema, Wuhan empezó luego a convertir las instalaciones públicas, incluidos gimnasios y centros de exhibición, en 16 hospitales provisionales que ayudaban a aislar a los pacientes con síntomas leves, lo que Wang consideró una decisión exitosa.

«Si no se frena la transmisión, es natural que las infecciones aumenten», afirmó Wang. «Para contener una epidemia, se debe controlar plenamente por lo menos uno de estos tres factores: la fuente de infección, las vías de transmisión y la población vulnerable».