Hoy en día sabemos la importancia de mantener nuestra piel cuidada y sana. Todo el tiempo se ve expuesta a distintos factores que la contaminan, tales como maquillajes, celular e incluso el SMOG del ambiente y eso, incluso si no sales de tu casa. Ahora bien, ¿sabemos realmente como armar nuestra rutina de limpieza?
Primero, es imprescindible mantener una buena limpieza de cutis para tener una piel radiante y fresca. Por eso, es aconsejable que la laves tu rostro y cuello al menos dos veces al día. De esta manera, mantendrás tu piel oxigenada y tus poros podrán respirar mejor. Si pasas muchas horas fuera de tu casa, existen toallitas desmaquillantes y antibacterianas que pueden ayudarte. Procura tenerlas en el bolso o en el auto y no podrás excusarte.
Lo ideal es realizar una exfoliación suave al menos una vez a la semana. Siempre es conveniente saber qué tipo de piel tenemos para evitar efectos desagradables en nuestra piel. Existen varios tipos: seca, mixta, grasa, sensible, normal. Procura utilizar los productos adecuados para tu tipo de piel.
Al limpiar tu rostro, no olvides el cuello y el contorno de ojos. Recuerda que la zona de los ojos y los párpados es más sensible, por lo que procura realizarlo con mayor cuidado. Además, al aplicar el hidratante, hazlo con leves golpecitos, sin arrastrar el producto. De esta manera, evitarás el envejecimiento prematuro de la misma y lograrás que penetre mejor el producto. Aplica un tónico fácil suave. De esta forma, te asegurarás que quede libre de todo tipo de impurezas.
Por último, hidrata. Al levantarte, coloca tu crema facial hidratante de día en rostro y cuello. Es importante ir cambiando de facial cuando la necesidad de la piel va cambiando. Existen muchos tipos de cremas, hidratantes, nutritivas, antiarrugas, firmeza… observa y descubrirás que es lo que tu cuerpo te está pidiendo. ¿No sabes por dónde empezar? Nu Skin tiene variedad de productos para cada tipo de piel a costos accesibles.
Al llegar el final del día, repite el proceso. Tal vez sea, la limpieza más importante que debas hacer a lo largo del día. Simplemente sustituye tu facial de día por uno nocturno. Durante las horas de sueño nuestro cuerpo realiza funciones de regeneración. Es el momento ideal para darle más cuidados a nuestra piel. De esta manera, la dejarás preparada para que el sueño haga su trabajo y te levantes con un rostro fresco y radiante.