Agentes del Laboratorio de Aguas de la Administración del Agua (APA) realizaron una investigación y elaboraron un documento con la información que se cuenta el mundo, hasta el momento, sobre el COVID – 19.
Este trabajo surgió para el tratamiento de dicho tema en la Comisión de Calidad y Cantidad de Aguas del Consejo Hídrico Federal (COHIFE) de la cual la APA forma parte como el resto de las provincias.
El estudio se basa en los resultados de trabajos y publicaciones que se hicieron en España y Francia en el marco de la pandemia que afecta a la población actualmente y entre los resultados se destaca que el coronavirus “no es considerado un virus de trasmisión hídrica”.
LOS RESULTADOS
SARS-COV-2 (AGENTE CAUSAL DE COVID-19)
El informe de la APA señala que los coronavirus son una familia grande y diversa de virus RNA envueltos. Causan enfermedades de gravedad variable en humanos, incluido resfriado común, síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), y Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS- CoV).
En cuanto a los modos de propagación, el estudio indica que hay dos rutas principales de transmisión del virus SARS-CoV-2: respiratoria y de contacto.
Sostiene además que existen estudios que demuestran la presencia del virus en materia fecal y orina de los pacientes. Aunque, a la fecha no ha habido informes de transmisión fecal-oral del virus SARS-CoV-2.
EL VIRUS EN EL AGUA
En referencia a que so son considerados virus de trasmisión hídrica, el estudio explica: “Actualmente, no hay evidencia sobre la supervivencia del virus SARS-CoV-2 en el agua potable o en las aguas residuales, pero su similitud (en morfología y estructura química) con otros coronavirus humanos permite extrapolar datos sobre la supervivencia en el medio ambiente y las medidas efectivas de inactivación”.
Aclara que “si bien no hay evidencia hasta la fecha sobre la supervivencia del virus SARS-CoV-2 en agua o aguas residuales, es probable que el virus se inactive significativamente más rápido que los virus entéricos humanos sin envoltura con transmisión conocida por el agua (caso Hepatitis A, norovirus, rotavirus)”.
En esa línea, el informe de la APA asegura que el virus SARS-CoV-2 no se ha detectado en los suministros de agua potable y, según la evidencia actual, el riesgo para los suministros de agua es bajo.
Sin embargo, informaron que “los estudios de laboratorio en entornos controlados con otros coronavirus indicaron que el virus podría seguir siendo infeccioso en agua contaminada con heces durante días a semanas”.
Por lo tanto, llaman a tomar una serie de medidas para mejorar la seguridad del agua, comenzando por proteger la fuente de agua; tratar el agua en el punto de distribución, recolección o consumo; y asegurar que el agua tratada se almacene de manera segura en el hogar.
Los métodos convencionales y centralizados de tratamiento de agua que usan filtración y desinfección deberían inactivar el virus SARS-CoV-2. Se demostró que otros coronavirus humanos son sensibles a la cloración y la desinfección con luz ultravioleta (UV).
Para una desinfección centralizada efectiva, debe haber una concentración residual de cloro libre de ≥0.5 mg / L después de al menos 30 minutos de tiempo de contacto a pH <8.0. Se debe mantener cloro libre residual en todo el sistema de distribución.
Se considera que la desinfección convencional del agua y aguas residuales, serán más que adecuados para controlar la transmisión del SARS-CoV-2 a través del agua potable, agua reciclada y aguas residuales. No se requiere tratamiento adicional.