Así se desprende del análisis estadístico que hizo la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). La situación se da en el marco de la crisis generada por el coronavirus.
En el mes, se observaron caídas interanuales muy marcadas en la producción de minerales no metálicos, la siderurgia y la producción automotriz, aunque -y como se anticipara-, otras actividades como la producción de alimentos mostraron un mejor desempeño relativo, sosteniendo su crecimiento interanual.
La entidad estimó que «hacia abril el impacto resultará mayor, dado el completo freno de varias actividades».
«Los desempeños sectoriales volverán a resultar diversos, como una mejor perspectiva para los sectores productores de bienes de consumo no durable -especialmente alimentos-. La recesión industrial entró en una etapa de profundización», añadió.
En el primer trimestre, la producción industrial acumuló un retroceso de 0,5% en la comparación con el mismo periodo del año anterior y de 1,1% en términos desestacionalizados y en la comparación con el cuarto trimestre de 2019.
En abril, la producción industrial «mostrará el impacto pleno de la cuarentena dado el freno completo de plantas en diversos sectores, la aplicación de guardias mínimas y la reducción de la actividad a la producción de insumos esenciales y ramas exceptuadas», explicó el informe.
El impacto entre actividades será diverso, con un mayor deterioro en la producción de durables y bienes de capital.
«Aún cuando continúa siendo incierta la profundidad que alcanzará la caída de la producción industrial y el tiempo y la forma que tomará las recuperación, las perspectivas de corto plazo indican una mayor caída de la actividad en abril y una contracción industrial interanual de dos dígitos en el segundo trimestre», pronosticó la entidad.
Por sectores, en el primer trimestre y en la comparación interanual, el ránking de crecimiento es liderado por la producción de insumos químicos y plásticos que registraba una mejora de 9,2% en el periodo.
Por encima del promedio se ubican la producción de alimentos y bebidas con una mejora de 3,2% en el periodo, seguida de la refinación de petróleo con un aumento de 2,5%, la producción de insumos textiles que avanza 1,5% y la producción de papel y celulosa que retrocede 0,1% interanual en el periodo enero-marzo.
Los restantes sectores mostraron un retroceso de la producción más marcado que el promedio comenzando por la producción metalmecánica (-2,8%), y siguiendo por la siderurgia (-8,7%), los despachos de cigarrillos (-11,3%), la fabricación de automotores (-14,7%) y finalizando con la producción de minerales no metálicos (-21,5%).
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Fuente: ámbito.