Peter Mutharika había conseguido la reelección en mayo del año pasado, sin embargo ayer la Justicia dictaminó que varias boletas fueron adulteradas.
El Tribunal Supremo de Malawi ha confirmado este viernes la anulación de la victoria electoral del actual presidente Peter Mutharika por la comisión de un fraude generalizado y sistemático, una decisión que conduce a este país africano a una nueva cita con las urnas el próximo 2 de julio. El Tribunal Constitucional ya había invalidado las elecciones de hace un año tras comprobar la existencia de una gran cantidad de actas electorales corregidas con típex para alterar el resultado, lo que calificó de “grosera irregularidad”. Su decisión es ahora confirmada por el Supremo.
Los comicios se celebraron el 21 de mayo de 2019 y tres eran los principales aspirantes: Peter Mutharika, presidente desde 2014 que optaba a un segundo mandato, su vicepresidente Saulos Chilima, quien había creado su propio partido, y el líder de la oposición Lazarus Chakwera. Una semana después, la Comisión Electoral Central daba vencedor al primero con un 38,57% de los votos y una ajustada diferencia de 160.000 papeletas frente a Chakwera. Sin embargo, los candidatos derrotados no reconocieron la victoria de su rival y presentaron sendos recursos ante el Constitucional, que en febrero les dio la razón y anuló las elecciones.
Sin embargo, un doble recurso en esta ocasión de Mutharika y de la propia Comisión Electoral ha mantenido el suspense hasta este viernes, cuando el Tribunal Supremo ha hecho pública su decisión unánime de mantener la posición del Constitucional de anular la victoria del actual presidente. “Hemos escuchado las peticiones de las dos partes y rechazamos ambos recursos”, aseguró Frank Kapanda, juez de la Corte de Apelación del Supremo.
Mutharika había negado en reiteradas ocasiones que él o su partido hubieran cometido ningún tipo de fraude, pero los jueces revelaron numerosas evidencias de “irregularidades generalizadas y sistemáticas” como la gran cantidad de actas electorales corregidas con típex y otras “alteraciones manuales”. Ahora, los magistrados del Supremo se han mostrado muy críticos con los recursos presentados por el presidente y la Comisión Electoral, que los calificaron de “ficticios, no profesionales, irrespetuosos y repugnantes”. Además, acusaron a este último organismo de haber tomado partido por Mutharika.
“La democracia, el pueblo de Malawi y las futuras generaciones han vencido” declaró este viernes a los medios de comunicación el vicepresidente Saulos Chilima. A partir de ahora se abre un periodo de algo menos de dos meses hasta la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales, ya convocadas para el 2 de julio por el Constitucional. Sin embargo, el Supremo ha establecido este viernes que será necesaria una mayoría absoluta para obtener la victoria y no bastará con una mayoría relativa, tal y como recomendaron los magistrados del Constitucional en su decisión de febrero.
A lo largo del último año se han producido intensas manifestaciones de protesta por parte de la oposición que en ocasiones han sido reprimidas con dureza, provocando la muerte de al menos dos personas. Es la segunda vez que un país africano asiste a la suspensión de unas elecciones por fraude tras ocurrir en Kenia en 2017. La precampaña electoral para los comicios del 2 de julio, que se presenta como un duelo entre Mutharika y Chakwera, ya está en marcha después de que ambos presentaran oficialmente su candidatura esta semana, pese a que no se había hecho pública la decisión del Supremo.
Malawi es un país de unos 17 millones de habitantes de los que más de la mitad vive bajo el umbral de la pobreza. Mutharika se presenta ante sus ciudadanos como un gran constructor de infraestructuras, sobre todo carreteras. Sin embargo, se vio envuelto durante su mandato en un escándalo de sobornos y otros casos de corrupción que han sqalpicado a sus próximos. Frente a él, Chakwera denuncia el despilfarro y el robo del régimen y asegura estar dispuesto a “limpiar” el país. De momento no se plantea la suspensión de las elecciones pese a la existencia de 43 casos y tres fallecidos por coronavirus.
Fuente: El País