Panaderos chaqueños sostienen que los horarios permitidos perjudican al sector

Sociedad

El referente de los panaderos en el Chaco habló sobre la situación que atraviesa el sector comercial en el marco de las disposiciones de atención que fijaron las autoridades gubernamentales.

Diego Ballesta es el titular de la cámara empresarial Centro de Industriales Panaderos del Chaco, que nuclea a los propietarios de emprendimientos de elaboración de panificados. Además es propietario de una panadería.

En diálogo con Radio Provincia, aseguró que el sector hoy se encuentra en una «situación crítica» y que con el correr de las semanas «la gente tomó conciencia» de la gravedad de la pandemia, por lo que ve «innecesario retroceder de fase». El artículo 3º del Decreto provincial 616/20 firmado por el gobernador Jorge Capitanich el domingo 24 de mayo, determina que en las localidades críticas (las del Gran Resistencia) se unifiquen los horarios de atención comercial en el horario de 8 a 18 de lunes a viernes.

El empresario rechaza ese punto y argumenta que «las panaderías vienen con caída de rentabilidad hace 2 años y hace 6 meses trabajamos a pérdido». «Eso antes de la pandemia, y ahora con la pandemia si tenemos que nuestro horario de actividad, la situación se vuelve agrava todavía más», agregó.

«Ayer hablé con más de 30 colegas de Resistencia y están preocupadísimos y están en situación de alerta y rebelión con respecto a aceptar tener que reducir más aún su horario de atención», sentenció. Normalmente las panaderías de la capital chaqueña atendían entre las 6.30 y 13.30, y de 16.30 a 22.

«El tener que abrir más tarde no nos afectó porque antes a esa hora venía la mamá a buscar los bizcochitos para el desayuno del hijo que iba a la escuela, pero lo que sí nos afecta ahora es cerrar más temprano», indicó el dirigente gremial. Para Ballesta, no se condice que el cese de circulación sea a las 21 y que una panadería tenga que cerrar a las 18. «Si ahora cerramos a las 20 y los empleados para las 21 ya están en sus casas», comparó.

«Yo no cierro»

«Yo personalmente no voy a cerrar mi panadería. Si me la quieren venir a cerrar por la fuerza, que vengan y me la cierren, pero sinceramente no damos más, no podemos achicar nuestro horario de atención al público», exclamó Ballesta.

Por otra parte, consultado sobre la atención en horario de siesta, entre las 13.30 y las 16, dijo que la idea «no va a funcionar», porque en la «idiosincrasia de la gente nadie está acostumbrado a comprar pan a las 2 de la tarde, de ninguna manera, aparte de que las panaderías tenemos diversas demandas de ventas a locales de venta de comida». Cerrar a esa hora «es darle el acta de defunción» al emprendimiento, concluyó Ballesta.

Fuente: Agencia Foco.