La convocó un juez de Lomas de Zamora. Busca confirmar si la ex presidenta fue espiada durante el macrismo. También fue llamado Rodríguez Larreta.
El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena espera este lunes a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para que conozcan las pruebas del caso donde se investiga un espionaje ilegal que los involucra como presuntas víctimas de esas intervenciones.
La citación realizada por el magistrado es sólo a los fines de exponerles las pruebas que constan en el expediente, que se abrió hace poco más de una semana, para brindarles la posibilidad de que si así lo desean se incorporen a la causa como querellantes.
El juez la convocó para este lunes y podrá asistir al juzgado en cualquier momento, entre las 8 y las 15.
El expediente radicado en el juzgado de Villena investiga una presunta red de espionaje ilegal a políticos, funcionarios y periodistas durante la gestión de Mauricio Macri, después de que un narcotraficante procesado por el magistrado decidiera convertirse en arrepentido y expusiera información sobre esta presunta estructura ilegal ahora bajo investigación.
Con la causa en marcha, y bajo el mismo procedimiento, el listado de citados en carácter de testigos es más amplio: incluye a la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, al sindicalista Hugo Moyano, entre otros.
Cómo inició todo
La causa por supuesto espionaje se inició en Lomas con el testimonio del narco Sergio Rodríguez, apodado «Verdura» o «Tomate», quien en febrero fue detenido en Ingeniero Budge, tras meses de investigación. Según confiaron fuentes judiciales, la organización que integraba «Verdura» vendía unos tres kilos de cocaína por día, en diez «bunkers» custodiados por «soldaditos» armados.
En las escuchas telefónicas al narco surgieron datos respecto a otros delitos, entre ellos la posible planificación de un atentado contra el juez federal Villena, de quien «Verdura» tenía en su poder cinco fotografías.
Abrumado por las pruebas en su contra, y con el objetivo de beneficiar su situación y la de su familia -también involucrada en la causa-, el traficante resolvió «confesar» y aportar elementos que permitieron continuar con la investigación. Entre la información que brindó en su confesión, según fuentes judiciales, indicó que con la intención de expandir su negocio de venta de droga en Lanús había conocido a un abogado que mantenía relaciones con barras de un importante club de fútbol. «Verdura» Rodríguez aportó datos sobre ese abogado, y reconoció su foto en el sitio web de su estudio.
Pero entonces, siempre de acuerdo a fuentes de la Justicia provincial, la investigación tuvo un giro inesperado: el narco afirmó que el abogado le había dicho que pertenecía a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que ese organismo podía darle «cobertura» e incluso conseguirle una credencial de esa institución.
A cambio -declaró «Verdura»- él debía llevar un paquete a un determinado lugar. No es todo. Según el traficante, el abogado también le habría preguntado si se encontraba en condiciones de asesinar a alguien por encargo. Siempre de acuerdo con su relato, Rodríguez, admitió haber llevado el paquete que le pidieron hasta la puerta de un edificio sobre la Avenida Callao. El narco dijo que al verlo se dio cuenta de que se trataba de una bomba, pero la persona que lo trasladaba «en un Peugeot 207 blanco» le dijo que se quedara tranquilo, que sólo tenían la intención de darle “un susto” a alguien. «Verdura» dejó el paquete y se fue.
La justicia corroboró la existencia del abogado (F.M., según sus siglas) y determinó que efectivamente se trataba de un agente de la AFI, que tenía un auto Peugeot 208 color blanco (muy similar al modelo 207) y que tenía contactos con barras bravas de clubes de fútbol. Se decidió hacer tareas de inteligencia sobre el abogado espía, quien se enteró que lo estaban «caminando», como dicen en su jerga. El abogado presentó un habeas corpus en un Juzgado penal porteño, y el juez de Lomas decidió registrar sus domicilios.
Incomprensiblemente, ya que había sido advertido que lo estaban investigando, no se deshizo de su celular y la Justicia se lo secuestró. ¿Qué había en el aparato? Chats con otras personas en los que se hablaba de tareas de espionaje interno a distintas personas y organizaciones. También se descubrió un documento bajo el título “sustooo.doc”, que describía el episodio de la supuesta bomba que le habían ordenado entregar a “Verdura”.
Entonces, el juez Villena y la fiscal Cecilia Incardona ampliaron el objeto de investigación y realizaron distintos procedimientos y allanamientos. En esos operativos reunieron pruebas e indicios que le permitieron al magistrado comenzar a investigar una posible organización criminal dentro del Estado dedicada al espionaje ilegal.
De esas pruebas surgieron los nombres de las supuestas víctimas del espionaje, entre quienes hay jueces, periodistas, sacerdotes, referentes de organizaciones sociales, empresarios, gremialistas, diputados nacionales y provinciales, intendentes, gobernadores y ex presidentes de la Nación. Dos de ellos, Cristina Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta, están citados para este lunes.
Fuente: Clarín.-