El cuerpo de un calamar gigante de 200 kilos y más de cuatro metros de longitud fue encontrado por un grupo de bañistas el pasado domingo 7 de junio en una playa de la Bahía de Britannia, en la parte sudoccidental de Sudáfrica. Un equipo de biólogos del Museo Nacional de Sudáfrica se encargará de descifrar cómo llegó a la costa este animal que en muy raras ocasiones sale a la superficie. En un comunicado de prensa, el experto en invertebrados marinos y curador del museo, Wayne Florence, ha dicho que la causa de la muerte “solo podrá determinarse cuando diseccionen el espécimen después de que se levante la cuarentena por la covid-19”.
Esta especie de moluscos, que puede alcanzar los 14 metros de longitud, es extremadamente difícil de avistar. Hasta el 2002, nunca antes habían sido fotografiados vivos. Viven normalmente a profundidades superiores a los 400 metros y son del género Architeuthis, del que se han propuesto hasta ocho especies diferentes, aunque esto es imposible de saber por falta de ejemplares suficientes para distinguirlos. El interés por conocer su forma de vida y comportamiento ha llevado a realizar en los últimos 20 años expediciones costosas, financiadas por productoras de televisión, con escasos resultados.
Fuente: El País
